Por Magaly Toro, PhD, Profesora Asistente y Angélica Reyes, PhD, Profesora Asociada. Laboratorio de Microbiología y Probióticos, Unidad de Nutrición Pública, INTA-Universidad de Chile.
Llega la Semana Santa y todos queremos disfrutar de los productos del mar, sin embargo, tenemos que tener ciertos cuidados para no vernos afectados con alguna infección o intoxicación alimentaria. Para evitar estos problemas van los siguientes consejos:
- Comprar mariscos solo en lugares establecidos y con resolución sanitaria. Esto disminuye el riesgo de consumir alimentos contaminados con toxinas de marea roja.
- Las toxinas de marea roja no cambian las características de los mariscos (olor, color, sabor), por lo que no podemos saber a simple vista si estos están contaminados o no. Es importante saber que la cocción no destruye las toxinas de la marea roja.
- Los pescados y mariscos deben siempre estar a temperaturas de refrigeración (bajo 4 grados celcius). En los lugares de venta, los mariscos y pescados deben estar en una vitrina refrigerada y/o cubiertos por escamas de hielo.
- Para saber que un pescado se encuentra fresco debemos observar la carne, la cual debe estar firme (presionar con el dedo y la carne no se debe hundir), sus branquias deben estar de color rojo brillante (no oscuro), las escamas no se deben salir, y los ojos deben estar firmes, redondos, no hundidos.
- Los pescados y mariscos no deben emitir olores fuertes ni desagradables
- No consumir pescados ni mariscos crudos ya que las bacterias que causan enfermedades se destruyen con la cocción. Debe hervirlos al menos por 5 minutos.
- Precaución, el jugo de limón no destruye ni elimina las bacterias que nos pueden enfermar. El jugo de limón NO cocina el pescado ni los mariscos.
- En casa debe mantener pescados y mariscos siempre en refrigeración bajo 4 grados celcius si los consume dentro de 2 días o congelados si lo desea almacenar por mas días
- En el refrigerador, los pescados y mariscos deben estar separados de otros alimentos y una vez cocinados, refrigerar nuevamente.
- Recuerde siempre lavar sus manos antes y después de preparar los alimentos y limpiar bien (con detergente y cloro) las superficies donde manipula los alimentos.