Estudio en niños recién nacidos del Hospital Padre Hurtado detecta una incidencia de 4,9% de alergia a la proteína de leche de vaca y se establece como punto de referencia para la determinación de políticas públicas para esta patología.
La alergia a la proteína de leche de vaca (APLV) es una patología frecuente que a nivel mundial tiene una incidencia variable estimada entre 1,9% y 7% en lactantes menores de un año, incluidos aquellos alimentados exclusivamente con leche materna (5,6%). Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en Santiago nacen 102.000 bebés al año. Si se estima, en base a estudios Internacionales una incidencia de un 4,9% de APLV, se tendría 5.100 casos anuales nuevos con esta patología en nuestra capital, sin embargo, en Chile no se cuenta con estudios que describan la real incidencia de este problema.
Sylvia Cruchet, gastroenteróloga infantil del Instituto de Nutrición de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile junto con la gastroenteróloga infantil María Eugenia Arancibia y el neonatólogo Andrés Maturana de la Clínica Alemana de Santiago, realizaron un estudio con el objetivo de determinar la incidencia de APLV en menores de un año. Esta investigación fue realizada en recién nacidos en el Hospital Público Padre Hurtado de Santiago, utilizando como criterio de diagnóstico la Guía Clínica para APLV del Ministerio de Salud 2014.
Los resultados de la investigación arrojaron que la mayoría de los niños con sospecha de padecer APLV la presentaron dentro de los primeros 6 meses de vida, considerando una muestra de 552 recién nacidos de los cuales 49 fueron sospechosos de tener esta alergia. Las manifestaciones clínicas de estos casos más frecuentes fueron: vómitos o regurgitaciones a repetición, dermatitis atópica y cólico abdominal con características de patológico. Además se realizó una historia clínica acuciosa más un examen físico detallado en todos los pacientes evaluados por los gastroenterólogos con el fin de identificar y evaluar aspectos clínicos relevantes.
Los pacientes sintomáticos fueron sometidos a una dieta de eliminación de la proteína de leche de vaca por cuatro semanas y posteriormente una contraprueba abierta, luego se realizó la contraprueba controlada con proteína de leche de vaca intacta con lo que se confirmó 27 casos con APLV. Los niños con lactancia materna mantuvieron la lactancia con eliminación de la proteína de leche a su madre y a los que estaban con fórmula se les entregó una formula extensamente hidrolizada o de aminoácidos.
La principal conclusión de este estudio, siendo el objetivo principal, es que una cohorte de recién nacidos a los que se hizo seguimiento hasta el año de vida presentó una incidencia de 4,9% de APLV.
Los profesionales recomiendan que este diagnóstico debe ser riguroso y poner énfasis en que debe realizarse con una prueba y contraprueba terapéutica para no sobre diagnosticar esta patología. Este estudio debe ser considerado como un punto de referencia para la determinación de políticas públicas que fomenten el adecuado diagnóstico, manejo y tratamiento de esta patología.
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