“En el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo
grávido y suculento, provechoso”.
(Extracto “Oda al caldillo de congrio”, Pablo Neruda, 1954)
Los 6.000 kilómetros de costa de Chile sumados a los de la costa del Perú conforman uno de los sistemas de vida marina más rico y diverso del planeta, conocido como “El largo ecosistema marino de la corriente de Humboldt” (Chevallier et al. 2021). Su nombre se debe a que el 65% del área de este ecosistema está influenciado por la corriente de Humboldt, la cual aportan nutrientes que enriquecen las aguas costeras y aumentan la productividad de las cadenas alimenticias marinas (Chavez et al. 2008). Otro fenómeno característico de este ecosistema marino son flujos de aguas tibias desde las zonas ecuatoriales que se contraponen a la corriente de Humboldt, fenómeno llamado “El Niño”, siendo este un fenómeno cíclico que limita las surgencias costeras y se asocia a una baja en la concentración de nutrientes (Gutiérrez, Akester, and Naranjo 2016).
Los registros fósiles dejados por los pueblos originarios de Chile dan cuenta de un vínculo histórico de nuestro pueblo con los recursos alimenticios provisto por el mar, conexión que se proyecta claramente en nuestra gastronomía popular. Adicionalmente, los recursos alimenticios marinos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), los cuales son fundamentales para el desarrollo y salud cerebral, en especial en infantes (Kuratko et al. 2013).
Sin embargo, los recursos alimenticios marinos obtenidos por pesca o extracción son limitados, y desde hace algunas décadas son blanco de una sobreexplotación agresiva, encontrándose un número importante de recursos marinos en categorías de sobreexplotación o derechamente como un recurso colapsado (SERNAPESCA 2021). Sin embargo, el impacto generado por la sobreexplotación sobre la disponibilidad de recursos alimenticios marinos ha quedado relegado a un segundo lugar, cuando se mira hacia el horizonte los efectos que generará el calentamiento global sobre toda la biodiversidad en nuestro planeta.
El calentamiento global corresponde al incremento en la temperatura de la superficie de nuestro planeta, utilizando como base comparativa los registros de temperatura observados en el período pre-industrial (Butler 2018). La causa del incremento de la temperatura es el efecto de tipo invernadero que producen algunos gases, como el CO2 o el metano, liberados a la atmósfera por la actividad humana. Actualmente, este incremento es de 1,5 °C. Sin embargo, este incremento seguirá aumentando, proyectándose diferentes escenarios alternativos, siendo un incremento de 5°C hacia finales de este siglo, el máximo proyectado (Tollefson 2020). Las variaciones en estos escenarios se focalizan en los niveles de mitigación logrados (Tollefson 2020). En relación a HCLME , el calentamiento global afectará, probablemente, la circulación de las corrientes marinas, lo que producirá cambios en los sistemas de intercambios entre la tierra – atmósfera – océanos, impactando, según los modelos desarrollados, la biodiversidad de este ecosistema (Gutiérrez, Akester, and Naranjo 2016). De igual manera se proyecta que el calentamiento global incremente la frecuencia e intensidad del fenómeno de “El Niño” en las costas de Chile y Perú (Ham 2018).
Dentro de las estadísticas presentadas por Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca), la pesca extractiva junto con la acuicultura involucra aproximadamente 70 especies de recursos alimenticios marinos entre algas, peces, moluscos y crustáceos. Este artículo tiene como objetivo analizar la posible capacidad de adaptación de algunos de nuestros recursos, gastronómicamente valiosos, frente al incremento de la temperatura y otras modificaciones impuestas por el calentamiento global.
La macha (Mesodesma donacioum) es un molusco bivalvo que vive enterrado en playas de arena de gran oleaje. Aunque en la actualidad no posee una clasificación asociada a su estado de explotación, sus desembarques cayeron en un 71% entre el 2012 y el 2014, siendo únicamente la IV y la X región en Chile las que mantienen la producción nacional bajo un régimen de Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB). Los registros existentes indican que el aumento de las temperaturas generadas por el fenómeno de El Niño induce altas mortalidades de este recurso, incluso el colapso de algunos bancos en el Perú (Barriga and R 2002; Riascos et al. 2011), siendo este recurso altamente sensible al incremento de la temperatura del agua
El ostión del norte (Argopecten purpuratus) es un molusco bivalvo que se encuentra en los fondos costeros, y tiene un enorme valor gastronómico. Este recurso puede ser obtenido tanto por pesca extractiva artesanal como por acuicultura. En el ostión, al contrario de lo que ocurre con la macha, el fenómeno de “El Niño” produce un aumento en el crecimiento de casi tres veces en comparación a los períodos de aguas frías llamados “La Niña” (Tarazona et al. 2007).
Los mitílidos (choros o mejillones) chilenos como el chorito (Mytilus chilensis), choro maltón (Choromytilus chorus) y cholga (Aulacomya atra), son moluscos bivalvos que se pueden fijar a sustratos, conformando bancos de estas especies en diferentes sustratos marinos. Por lo general, estas especies de bivalvos prefieren áreas de salinidad baja como estuarios. Chile es el segundo país en el mundo en producir mitílidos por acuicultura después de China, y exporta este recurso a diferentes países. Los mitílidos, debido a que viven en áreas entre la máxima y mínima marea, pasan períodos expuestos directamente al sol, lo que les brinda una alta tolerancia al calor. Sin embargo, algunas proyecciones sugieren un posible problema asociado a su acuicultura, por una reducción en la captación natural de por la disminución de nutrientes debido a los cambios ambientales (Fuentes-Santos et al. 2021).
Es importante entender que, para un adecuado crecimiento de las larvas de estos moluscos con un desarrollo larval del tipo planctotrófico, también son necesarios los nutrientes aportados por las corrientes. Aunque exista tolerancia al incremento de la temperatura, la disminución de nutrientes también afectará el desarrollo de estos recursos. Otro problema complejo asociado al calentamiento global, es la acidificación de los océanos por el incremento de CO2 y sus efectos sobre las concentraciones marinas de carbonato de calcio, el cual es fundamental para el desarrollo de las valvas de los moluscos. Si el aumento de CO2 en los océanos reduce el pH a menos 8,0, se producirá una alteración en la concentración marina de carbonato de calcio que podría inducir mortalidades masivas a nivel planetario (Rodolfo-Metalpa et al. 2011).
En relación a las pesca industrial y artesanal, los efectos del calentamiento global se asocian con el aumento en la frecuencia de oscilaciones como El Niño. La disminución de nutrientes que esta corriente provoca se traducirá en una menor productividad de los ecosistemas que ya están sobre explotados o colapsados. La proyección a futuro es que habrá menos recursos marinos pesqueros (Brander 2007).
En relación a la salmonicultura, industria importante de Chile y siendo el salmón un recurso muy valorado en la gastronomía de nuestro país. Se espera que el calentamiento global fuerce a la industria a buscar áreas de cultivo a mayores latitudes, en especial por los efectos de la baja oxigenación del agua y por el aumento de la infestación de Caligus rogercressygi; no obstante, se visualiza que la industria podrá adaptarse a estos cambios, y el salmón seguirá siendo un importante recurso gastronómico (Soto et al. 2019). No obstante es importante mencionar que los recursos pesqueros asociados a la producción de harina y aceite de pescado como la anchoveta y la sardina podrían sufrir reducciones en sus capturas, aunque esto no necesariamente se traducirá en repercusiones en la industria del salmón dada la diversidad de fuentes proteicas que industria actualmente utiliza (Merino et al. 2012).
Como se ha podido analizar, los impactos del calentamiento global podrían ser devastadores para la biodiversidad de especies marinas, incluidas aquellas con valor gastronómico. En fundamental que la humanidad reduzca la liberación de CO2 para evitar que la temperatura se incremente en los océanos y altere las corrientes que aportan los nutrientes a las costas, o que altere el pH marino alterando los niveles de carbonato. Esto claramente se verá agravado por la sobreexplotación de los recursos que tenemos en la actualidad. Lo único que queda es apelar a la conciencia de las nuevas generaciones para comenzar a cambiar nuestra forma de vida, y lograr una mejor adaptación con el ambiente. No obstante, algunas de nuestras especies gastronómicas solo podrán ser degustadas en el futuro al leer poemas como los de Neruda.
Referencias
- Barriga, Edward, and Marco R. 2002. ‘Impacts of El Niño and La Niña Events on the Populations of Clam (Mesodesma donacium, Lamarck 1818) along the Southern Peruvian Coast’, Investigaciones marinas, 30.
- Brander, K. M. 2007. ‘Global fish production and climate change’, Proceedings of the National Academy of Sciences, 104: 19709-14.
- Butler, Colin D. 2018. ‘Climate Change, Health and Existential Risks to Civilization: A Comprehensive Review (1989⁻2013)’, International journal of environmental research and public health, 15: 2266.
- Chavez, Francisco P., Arnaud Bertrand, Renato Guevara-Carrasco, Pierre Soler, and Jorge Csirke. 2008. ‘The northern Humboldt Current System: Brief history, present status and a view towards the future’, Progress in Oceanography, 79: 95-105.
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- Gutiérrez, Dimitri, Michael Akester, and Laura Naranjo. 2016. ‘Productivity and Sustainable Management of the Humboldt Current Large Marine Ecosystem under climate change’, Environmental Development, 17: 126-44.
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- Riascos, José M., Olaf Heilmayer, Marcelo E. Oliva, and Jürgen Laudien. 2011. ‘Environmental stress and parasitism as drivers of population dynamics of Mesodesma donacium at its northern biogeographic range’, ICES Journal of Marine Science, 68: 823-33.
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- SERNAPESCA, Subsecretaría de Pesca y Acuicultura. 2021. “Estado de situación de las principales pesquerías chilenas, año 2020 ” In, edited by Departamento de Pesquerías.
- Soto, Doris, Jorge León-Muñoz, Jorge Dresdner, Carol Luengo, Fabián J. Tapia, and René Garreaud. 2019. ‘Salmon farming vulnerability to climate change in southern Chile: understanding the biophysical, socioeconomic and governance links’, Reviews in Aquaculture, 11: 354-74.
- Tarazona, Juan, Roberto Espinoza, Marco Solis, and Wolf Arntz. 2007. ‘Crecimiento y producción somática de la concha de abanico (Argopecten purpuratus) en Bahía Independencia, Pisco (Perú) comparados entre eventos El Niño y La Niña’, Revista de biología marina y oceanografía, 42: 275-85.
- Tollefson, J. 2020. ‘How hot will Earth get by 2100?’, Nature, 580: 443-45.