Recomendaciones para la prevención y tratamiento de la obesidad

Recomendaciones para la prevención y tratamiento de la obesidad

La obesidad es uno de los problemas de salud más importantes en la actualidad, por su relación con el desarrollo de diversas patologías, especialmente las crónicas no transmisibles. En el último tiempo, también hemos visto que se relaciona con enfermedades infecciosas, incluyendo mayor riesgo de complicaciones en la infección por corona virus SARS-CoV-2. Por esto, es fundamental trabajar en distintos ámbitos para su prevención y tratamiento.

Las recomendaciones están dirigidas al ámbito individual, familiar y en los distintos entornos donde las personas se desenvuelven.

Nivel individual

A este nivel, es importante fomentar la adquisición de buenos hábitos alimentarios y actividad física desde las primeras etapas de la vida. Madres y padres de niños pequeños deben estar conscientes de que la exposición temprana a alimentos de alta palatabilidad, con elevados contenidos de nutrientes críticos (grasas saturadas y azúcares), puede aumentar las preferencias por este tipo de productos en la infancia y adultez. El elevado consumo de estos alimentos, que caracterizan las dietas en Chile y el mundo, es uno de los principales determinantes de la ganancia de peso excesiva.

Del mismo modo, ofrecer alimentos saludables como frutas, verduras, agua y legumbres desde la infancia, facilitará que sean incorporados en la dieta en forma permanente. Entre las ventajas del consumo preferente de estos alimentos destacan la entregan múltiples beneficios y desplazan a otros productos, cuyos aportes no favorecen la salud y por supuesto tampoco el estado nutricional normal.

La recomendación para el consumo de frutas y verduras (F&V) es de al menos 5 porciones al día. Por su bajo aporte de energía deben ser incorporadas para prevenir el aumento de peso y sin duda alguna, en el tratamiento para la baja de peso. La evidencia muestra que incorporar más F&V en el mediano y largo plazo es un factor protector del sobrepeso y obesidad, además de otras enfermedades.

Las legumbres deben ser consumidas al menos dos veces por semana, su contenido de fibra y proteínas, entre otros, las hacen aliadas para mantener el peso saludable.

El consumo de agua permite sustituir otros líquidos dulces, que contribuyen a la ingesta elevada de azúcares y en el caso de los que contienen endulzantes no nutritivos, puede reforzar el deseo por el consumo de productos dulces y alterar la sensación de saciedad, entre otros efectos. Por estas razones, el consumo de agua es de gran relevancia y debe ser el líquido de preferencia, siendo la cantidad recomendada de 6 a 8 vasos al día. Todas estas recomendaciones hablan de un mínimo de consumo, por lo que comer o beber más de las cantidades mencionadas, puede reportar mayores beneficios. Otras recomendaciones de alimentos se encuentran en las Guías Alimentarias para la población chilena.

Otros factores que se deben abordar para evitar la obesidad son el sueño, estrés y ansiedad. Por una parte se debe cuidar la duración y calidad del sueño, dormir poco se relaciona con el exceso de peso. El manejo del estrés y la ansiedad son fundamentales y se deben buscar estrategias como técnicas de relajación, organización de tiempos, descansos adecuados, distribución de responsabilidades a nivel familiar y actividad física, entre otras, que permitan manejar de forma más adecuada estos factores, que predisponen a la ingesta excesiva de alimentos, incluyendo el apoyo psicológico y de otros profesionales de la salud, cuando sea necesario.  

Nivel familiar

A nivel familiar, las recomendaciones incluyen el compartir los alimentos en la mesa, evitar el uso de pantallas durante las comidas, para favorecer el consumo consciente de alimentos, tomar el compromiso de ayudar a los miembros de la familia que necesitan bajar de peso, compartiendo los hábitos saludables y no tomándolos como un tratamiento temporal para una sola persona.

Otras recomendaciones son establecer tiempos acotados para el uso de pantallas, tanto en niños como en adultos, ya que implican horas de sedentarismo, que constituye otro de los componentes relevantes para el aumento de peso.

La actividad física debe ser parte de las rutinas diarias a nivel familiar, mantenerse en movimiento es clave para conservar un peso saludable, prevenir diversas enfermedades y obtener múltiples beneficios, físicos y emocionales, entre otros. Esto implica pensar en la forma de ser más activos dentro de las actividades de carácter obligatorio como trabajo y, estudios y en los tiempos de descanso, participar de actividades planificadas (clases, talleres, etc.) y elegir aquellas actividades de entretenimiento que permitan mantener el cuerpo en movimiento, empezando por las más sencillas como caminar.

Nivel comunitario y social

Las últimas recomendaciones son para los encargados de los distintos ambientes donde se desenvuelven las personas. En los lugares de trabajo se pueden facilitar las pausas activas, mejorar el acceso a productos indispensables como dispensadores de agua o fruta de colación y ofrecer alimentos saludables para los que tienen servicio de alimentación.

En las escuelas es imperativo incorporar la educación alimentaria a nivel curricular, instalar el aprendizaje para elegir los alimentos de acuerdo con las necesidades, lo cual es más factible a edades tempranas. También aumentar  el tiempo de actividad física diaria para los niños y asegurar que la oferta de productos en kioscos y casinos sea saludable.

A nivel más amplio, los gobiernos locales, regionales y nacionales deben realizar cambios que faciliten la práctica de actividad física, mediante espacios seguros, adecuados y de acceso a toda la población. Por otra parte, se debe favorecer el acceso a alimentos saludables con estrategias que regulen los precios, que permitan acceder físicamente en los lugares donde hoy existen desiertos alimentarios, junto con campañas de promoción de salud.

En síntesis, para disminuir la obesidad y sobrepeso, debemos lograr que para las personas, comer más saludable y realizar actividad física permanentemente, sean opciones más fáciles y atractivas de realizar.

Referencias

  • Changes in Intake of Fruits and Vegetables and Weight Change in United States Men and Women Followed for Up to 24 Years: Analysis from Three Prospective Cohort Studies. PLoS Med. 2015. 12(9): e1001878
  • Physical Activity Guidelines Advisory Committee. Physical Activity and the Prevention of Weight Gain in Adults: A Systematic Review. Med Sci Sports Exerc. 2019. 51(6): 1262–9
  • Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Interventions for the Treatment of Overweight and Obesity in Adults. Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics. JAND. 2016, 116(1): 129-47.

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