Por Ana Pereira, Médico Cirujano, PhD y Profesora Asistente; y María Luisa Garmendia, Médico Cirujano, PhD y Profesora Asociada. Unidad de Nutrición Pública, Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas (CIAPEC), INTA - Universidad de Chile.
Actualmente, el cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres chilenas y también es el que produce una mayor cantidad de muertes cada año. Basados en datos de GLOBOCAN (proyecto de la International Agency for Research on Cancer, IARC), en el año 2020 en Chile se diagnosticaron 55,0 cánceres de mama por cada 100 mil mujeres y murieron en el año 17,3 mujeres por cada 100 mil mujeres (1). En general el cáncer de mama se produce en mujeres post menopaúsicas, pero en los últimos años ha aumentado en mujeres pre menopaúsicas, los cuales también en muchas ocasiones son más agresivos.
Si bien se ha atribuido que el cáncer de mama es hereditario, 9 de cada 10 tumores de mama no están asociados a factores genéticos y se deben a causas ambientales o externas. Entre estas causas algunas son del área gineco-obstétrica, tales como ser nulípara o tener el primer hijo después de los 30 años, no dar lactancia materna, tener una edad de primera menstruación temprana o una edad de menopausia tardía. También hay otros factores ambientales que se asocian con un mayor riesgo de cáncer de mama, por ejemplo, la obesidad se asocia con un mayor riesgo solamente en mujeres después de la menopausia. En este contexto nuestro grupo CIAPEC (Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas Asociadas a la Nutrición) del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile, ha estado interesado en evaluar qué factores ambientales, principalmente en relación con obesidad y nutrición durante etapas críticas de la vida como el embarazo, infancia y pubertad pueden aumentar el riesgo de esta patología.
La mayor densidad mamaria es uno de los factores de riesgo más importante para el cáncer de mama. Mujeres que tienen mamas densas en la mamografía tienen 5 veces más riesgo de desarrollar un cáncer de mama en relación a mujeres con mamas no densas (2). Como esta asociación es fuerte y se ha comprobado en diversos artículos científicos, hemos decidido utilizar la densidad mamaria como un marcador temprano de cáncer de mama y así poder estudiar que factores determinantes a temprana edad puedan estar incidiendo en ella.
Uno de los primeros aspectos que quisimos abordar era la asociación entre obesidad y densidad mamaria. La densidad mamaria es un valor relativo que mide la cantidad de tejido denso o fibroglandular absoluto (región donde se desarrolla el cáncer) y el área o volumen total de la mama (tejido fibroglandular más el tejido adiposo). Diversos estudios han demostrado que hay una relación inversa, es decir, las mujeres obesas tienen un menor porcentaje de densidad mamaria que mujeres no obesas, esto debido a su mayor volumen de tejido adiposo. Para entender mejor este fenómeno, nuestro grupo evaluó a 200 mujeres premenopaúsicas y si bien observamos la relación inversa descrita anteriormente, también observamos que las mujeres con mayor obesidad tenían mayor cantidad de tejido denso absoluto que las mujeres más delgadas. Es decir, en la mujer obesa hay un menor porcentaje de densidad mamaria dado por un mayor volumen mamario, pero ellas también tienen una mayor cantidad de tejido denso, lo cual las podrían exponer a un mayor riesgo futuro (3).
La relación entre obesidad y densidad mamaria también la hemos explorado en otros momentos críticos de la vida. El Estudio de Crecimiento y Obesidad es un seguimiento de aproximadamente de 500 niñas, las cuales fueron reclutadas en el año 2006 cuando tenían entre 3 y 4 años y vivían en el área Sur Oriente de Santiago. En este grupo observamos que las hijas de madres que habían ganado mayor cantidad de peso que el recomendado durante el embarazo, tenían una mayor cantidad de tejido fibroglandular al final de la pubertad, en comparación a aquellas niñas cuyas madres aumentaron la cantidad de peso recomendada (4). Por lo tanto, no solo la mantención del peso en la vida de una mujer es importante para la prevención de esta enfermedad, sino también en etapas críticas de la vida como es el embarazo.
En resumen, nuestros resultados apuntan que mantener un peso saludable durante el embarazo o durante la vida se relaciona con una menor cantidad de tejido fibroglandular. Al tener menor cantidad de este tejido fibroglandular tendríamos un menor riesgo de cáncer de mama después de la menopausia. Se necesitan más estudios para dilucidar mejor la relación que existe entre obesidad, densidad mamaria y cáncer de mama, ya sea en la pre y postmenopausia. No obstante, fomentar la mantención de un peso saludable durante la vida no solo ayuda a la prevención del cáncer de mama post menopaúsico, sino también la prevención de otras patologías crónicas.
Referencias
1. Ferlay J, Ervik M, Lam F, Colombet M, Mery L, Piñeros M, Znaor A, Soerjomataram I, Bray F (2020). Global Cancer Observatory: Cancer Today. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer. Available from: https://gco.iarc.fr/today.
2. McCormack VA, dos Santos Silva I. Breast density and parenchymal patterns as markers of breast cancer risk: a meta-analysis. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2006;15(6):1159-69. PubMed PMID: 16775176.
3. Pereira A, Luisa Garmendia M, Uauy R, Neira P, Lopez-Arana S, Malkov S, et al. Determinants of volumetric breast density in Chilean premenopausal women. Breast Cancer Research and Treatment. 2017;162(2):343-52. doi: 10.1007/s10549-017-4126-7. PubMed PMID: WOS:000394959900015. 4. López A, Garmendia ML, Shepherd J, Michels K, Corvalán C, Pereira A. Effect of excessive gestational weight on daughters' breast density at the end of puberty onset. Sci Rep. 2020;10(1):6636. Epub 20200420. doi: 10.1038/s41598-020-63260-9. PubMed PMID: 32313106; PubMed Central PMCID: PMC7171116.