Valeria González Barriga terminó recientemente el Magíster en Nutrición y Alimentos, mención Alimentos Saludables, con la tesis: “Eficiencia de captación a nivel cerebral del ácido docosahexaenoico”, la cual fue dirigida por el Prof. Miguel Ángel Rincón, del INTA, y en la que participó como Comité Revisor, la profesora Claudia Radojkovic de la Universidad de Concepción, y los profesores Rodrigo Valenzuela Báez, del departamento de nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y Roberto Bravo Sagua, de la Unidad de Nutrición Pública del INTA.
Valeria es nutricionista de profesión, graduada de la Universidad de Chile, y dada su vocación por la investigación, trabajó en el laboratorio de lípidos del INTA como asistente de investigación. Durante sus años de trabajo en el INTA participó en diversos proyectos que dieron como resultado artículos científicos publicados en revistas de alto impacto. “Durante este periodo también trabajé en un proyecto en conjunto con un equipo de economistas analizando los patrones alimentarios de la población chilena, proponiendo mejoras desde el ámbito nutricional y económico”, señala. Además, ha dado soporte técnico en temas regulatorios en proyectos y empresas de alimentos.
Su decisión de estudiar en el INTA se debió a que “este postgrado lo tenía dentro de mis prioridades desde que realicé mis estudios de pregrado, donde me interesó el área de alimentos y sus posibilidades de desarrollo. Por ello y considerando las necesidades que existen en el mercado de contar con profesionales capaces de explorar y crear alternativas alimentarias que además aporten beneficios para la salud, consideré que este programa de estudio cumplía con tal objetivo”, indica.
Haber terminado esta etapa profesional, para Valeria significa el fortalecimiento de su capacidad de trabajo en equipo. Como proyección, Valeria desea posicionarse como un nexo entre la industria alimentaria, la investigación alimentaria y su alineamiento con políticas públicas de salud, “ya que son grandes áreas que muchas veces trabajan de manera aislada, y reducir esta brecha es una oportunidad para lograr innovaciones que mejoren la calidad de vida de la población”. Actualmente, trabaja en el área de investigación de una compañía plant-based donde además se añaden grandes desafíos asociados a la sustentabilidad.
Resumen El a?cido docosahexaenoico (DHA) es un a?cido graso poliinsaturado de cadena larga omega-3 que se ha relacionado con diversos beneficios en salud cerebral y rendimiento cognitivo. El DHA forma parte de los fosfoli?pidos de membranas plasma?ticas neuronales, siendo clave en diversos mecanismos de transporte que presenta la membrana neuronal. Se cree que el cerebro se enriquece con DHA dependiendo de la estructura qui?mica de la mole?cula a la que el DHA va asociada. Este trabajo evaluo? si el DHA esterificado como lisofosfatidilcolina (LFC) es la manera ma?s eficiente de aportarlo al cerebro y su relacio?n con pruebas cognitivas. Esto se realizo? mediante una revisio?n sistema?tica bajo el protocolo PRISMA, en estudios primarios de modelo humano y animal. Veintido?s arti?culos fueron seleccionados para su revisio?n. Seis estudios de modelo animal, de los cuales tres reportaron mayor incorporacio?n cerebral luego de la suplementacio?n con DHA esterificado como fosfatidilcolina (FC) y LFC. Por otra parte, de los diecise?is arti?culos seleccionados en modelo humano, solo un estudio relaciona el aporte de DHA como aceite de krill (KO) con mejor funcio?n cognitiva. En modelo animal, se refleja una tendencia que favorece la incorporación de DHA como FC o LFC frente TG y en modelo humano, se encontraron mejores cognitivas al suplementar con KO. Se concluye que la fuente de DHA influye en la eficiencia de su incorporación cerebral, pero deja en evidencia la falta de estudios que comparen las distintas formas de suplementacio?n de DHA y su relacio?n con efectos cognitivos en modelos de estudio animal y humano. |