Con el objetivo de fortalecer y mejorar la estructura y calidad de sus programas, la Dirección de la Escuela de Postgrado y la Subdirección de Educación Continua (DEC) del INTA ha sumado a Daniela Maldonado Astorga como diseñadora instruccional.
Socióloga de la Universidad de Concepción, magíster en Antropología y con experiencia en el Ministerio de Educación, entre otras instituciones, llega para aportar su experiencia en diseño instruccional a los cursos y programas de esta unidad.
El diseño instruccional es un proceso sistemático que organiza y estructura contenidos educativos para facilitar el aprendizaje de manera efectiva y significativa. Su propósito es desarrollar programas académicos que optimicen la experiencia de las y los estudiantes, asegurando que los objetivos de aprendizaje, los materiales y las evaluaciones estén alineados con las metas del programa.
El Prof. Miguel Arredondo, director de la Escuela de Postgrado, explica que con esta incorporación tanto la DEC como la Escuela de Postgrado esperan reforzar sus programas, identificando espacios de mejora y colaborando con el cuerpo académico para incrementar la calidad de la experiencia de aprendizaje. El objetivo es trabajar sobre una estructura coherente, con objetivos bien definidos, permitiendo que todos los programas sigan una línea homogénea. Así, cada programa contará con lineamientos claros para guiar su desarrollo y todos los docentes podrán seguir una ruta estandarizada que fortalezca la calidad de la diversidad de cursos que se imparten en el INTA.
En el INTA hoy se imparten tres programas de doctorado, cinco de magíster y más de 30 diplomados, además de cursos de perfeccionamiento, en modalidades semipresencial y online. (Acceda a los programas en educa.inta.uchile.cl).
Sobre las tendencias actuales, Daniela Maldonado destaca el impacto de la pandemia en la educación en línea: “Antes había mucha discusión respecto a si los programas no presenciales podían realmente enseñar. Con la pandemia todo pasó muy rápidamente a una plataforma, a clases por Zoom o a videos asincrónicos. Esto demostró que sí se podía, pero con ciertas adaptaciones”. También menciona la importancia de diferenciar entre clases sincrónicas y asincrónicas, una distinción que permite a los estudiantes manejar su tiempo y acceder a los contenidos de acuerdo a su carga profesional y familiar. En su experiencia, esto ha demostrado ser un factor clave en el éxito de los programas en línea.
El diseño instruccional toma en cuenta factores como la duración del curso, las características del público (edad, formación previa, intereses) y utiliza estándares educativos para asegurar que la carga y profundidad del contenido sean manejables y apropiadas. El proceso involucra varios elementos clave:
- Análisis de necesidades y objetivos: Identifica el perfil de las y los estudiantes y sus necesidades, así como los objetivos específicos de aprendizaje que se desean lograr.
- Estructuración del contenido: Organiza el contenido en módulos o unidades de aprendizaje que sigan una progresión lógica y comprensible, teniendo en cuenta la profundidad y el alcance necesarios para el nivel del curso.
- Selección de métodos y recursos: Determina las estrategias pedagógicas más adecuadas (clases sincrónicas, asincrónicas, actividades prácticas) así como la accesibilidad y relevancia de los materiales (lecturas, videos, presentaciones).
- Evaluación y retroalimentación: Diseña métodos de evaluación (tests, proyectos, prácticas) que permitan medir los logros de aprendizaje en relación con los objetivos del curso, además de mecanismos de retroalimentación para mejorar el aprendizaje continuo.
El profesor Arredondo resume que "esta incorporación responde a un plan para optimizar los diseños de los programas, fortaleciendo su estructura y calidad. En este sentido, representa un impulso significativo para Educación Continua y Postgrado".