El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile y el Centro de Salud Familiar (CESFAM) Dr. Félix de Amesti, ambos vecinos cercanos de la comuna de Macul, han iniciado conversaciones para fortalecer su colaboración en áreas clave como la educación en prevención de salud, la investigación orientada a dirigir iniciativas territoriales y aplicaciones clínicas y el apoyo en el manejo de datos. Este CESFAM con una población inscrita validada de más de 46.000 personas y un Índice de Envejecimiento muy superior al índice nacional, entre otros indicadores, constituye un interesante polo para el análisis de datos que permitan trabajar orientados a la mejora de la calidad de vida y salud de la población.
Durante la reunión Francisco Pérez Bravo, director del INTA, y Alejandro Pinto, director del CESFAM, discutieron acciones y lineamientos de trabajo sostenibles en el tiempo. A través de actividades e investigaciones con aplicación clínica se busca contribuir a la mejora de la salud de la población, alineándose con la política de vinculación con el territorio y el rol público de la Universidad de Chile.
En la reunión participaron también Rodrigo Pulgar, director de la Dirección de Investigación y Desarrollo (DID) del INTA, Nelly Bustos y Omar Porras, directora y subdirector de la Dirección de Extensión, Comunicaciones y Vinculación con el Medio (DEXCOM) del instituto.
El director del INTA destacó que actualmente el instituto desarrolla diversos proyectos ligados al territorio y mantiene una buena relación con el área de salud comunal a través de estudios de pacientes, alineados con la misión en investigación. “Sin embargo, enfrentamos nuevos desafíos, como abrir el INTA a la comunidad. Esto abarca no solo la salud, sino también aspectos culturales que se relacionan con el bienestar, para lo cual estamos buscando habilitar nuestro teatro, y avanzar en una colaboración más estrecha con la municipalidad y el CESFAM, nuestro vecino más cercano”, planteó.
Rodrigo Pulgar explicó que “uno de los ejes de nuestra dirección de investigación y desarrollo es comunicar el conocimiento generado en el INTA y para eso necesitamos socios estratégicos adecuados. Cuando hablamos de divulgar la información nos referimos a conocimiento que sea, por supuesto, contingente al interés de la comunidad general. Sin embargo, vemos la extensión en ciencia como una relación bidireccional en la cual los investigadores traduzcamos el conocimiento generado a un lenguaje comprensible para la comunidad y que, a su vez, la comunidad sea parte activa de la generación de datos, información y conocimiento”.
En ese contexto, Pulgar destacó que la experiencia del INTA en el seguimiento de distintos tipos de cohortes y el manejo de datos, como parte de sus programas nacionales de pesquisa y monitoreo de enfermedades, podría convertirse en una herramienta valiosa para el análisis de información de la población atendida por el CESFAM. Esto no solo abriría la posibilidad de proponer aplicaciones clínicas, sino que, al contar con una masa crítica significativa de información, permitiría postular a diferentes instrumentos para financiar investigaciones de interés público. Asimismo, esta experiencia podría contribuir al diseño de políticas públicas basadas en evidencia científica.
Alejandro Pinto destacó la importancia de la promoción y prevención en salud primaria, enfatizando que estas actividades deben realizarse en el territorio para ser efectivas. Por ello, valoró la posibilidad de trabajar con el INTA, especialmente considerando que factores como la pandemia y la construcción del nuevo CESFAM, que obligó a desplazar temporalmente las dependencias y atenciones a otra ubicación, han afectado la vinculación con la comunidad.
“El concepto de salud primaria tiene que ser un modelo de promoción y prevención, y este trabajo se debe hacer en el territorio. La educación en cuidados de la salud mejora la calidad de vida de las personas y nosotros manejamos muchos datos, por lo que veo de muy buena manera que podamos usar nuestras sinergias”, comentó Pinto.
Nelly Bustos explicó que la DEXCOM trabaja en un diagnóstico participativo para identificar las necesidades de la comunidad y articular acciones universitarias que desde el INTA puedan dar respuesta a las problemáticas del territorio. Para ello, ya se iniciaron contactos con autoridades comunales y líderes sociales y gremiales, abriendo esa invitación también a la comunidad en general.
Otro tema abordado en la reunión es la posibilidad de sumar la experiencia de otras facultades de la Universidad de Chile. Como detalló Omar Porras “el INTA posee capacidades que abarcan desde estudios científicos básicos—como investigaciones en células, proteínas y genes—hasta análisis en humanos y alimentos, incluyendo la producción de alimentos de origen animal y vegetal, además de trabajar en el ámbito de la salud pública. Pero también nos vinculamos con otras facultades de la Universidad de Chile, como ingeniería, agronomía y medicina, que en este contexto pueden sumar capacidades complementarias a las nuestras".
Además, el instituto cuenta con programas de posgrado que incluyen diplomados, cursos de especialización, magíster y doctorados, los cuales se presentan como una oportunidad de perfeccionamiento para las y los profesionales y el equipo técnico del centro de salud , evaluando ingresos en condiciones preferentes.
