Crear espacios de trabajo libres de acoso fortalece las relaciones entre las personas y contribuye a un entorno donde todas y todos puedan desarrollar su potencial profesional sin temor a ser vulnerados.
A continuación, se describen los tipos más comunes de acoso:
Acoso laboral
El acoso laboral es cualquier conducta que constituya agresión u hostigamiento ejercido por el empleador o por uno o más trabajadores/as contra otros, ya sea que ocurra una sola vez o de manera reiterada. Esta conducta resulta en el menoscabo, maltrato o humillación del afectado/a, o bien amenaza o perjudica su situación laboral o sus oportunidades de empleo (artículo 2° inciso segundo del Código del Trabajo).
El acoso laboral incluye tanto la agresión física como el acoso psicológico, abuso emocional o mental, independientemente de si amenaza directamente la situación laboral del trabajador/a. Algunos ejemplos de acoso psicológico son:
- Hacer comentarios despreciativos basados en características personales como género, etnia, vestimenta o características físicas.
- Enviar mensajes amenazantes, abusivos o despectivos a través de correo electrónico o redes sociales.
- Aislamiento social, es decir, cortar o restringir el contacto de una persona con otras, privándola de apoyo social.
- Obligar a un trabajador/a a realizar tareas que no corresponden a su perfil profesional o asignarle tareas irrelevantes con el objetivo de denigrarlo.
- Juzgar el desempeño de un trabajador/a de manera ofensiva.
Violencia en el trabajo ejercida por terceros
La violencia laboral ejercida por terceros son aquellas conductas que afectan a los trabajadores/as durante la prestación de servicios, pero que provienen de clientes, proveedores, usuarios o visitantes (artículo 2° inciso segundo del Código del Trabajo). Algunos ejemplos incluyen:
- Gritos o amenazas.
- Uso de palabras ofensivas o insultos.
- Golpes, zamarreos, puñetazos, patadas o bofetadas.
- Conductas que resulten en lesiones físicas, daños materiales o incluso la muerte del trabajador/a.
- Robo o asaltos en el lugar de trabajo.
Conductas incívicas
Para prevenir y enfrentar conductas incívicas en el trabajo es necesario fomentar un ambiente de respeto y cortesía. Algunas recomendaciones incluyen:
- Usar un tono de voz adecuado y no agresivo al comunicarse.
- Evitar gestos físicos hostiles y discriminatorios, manteniendo una actitud amable.
- Respetar los espacios personales de los demás y consultar antes de utilizar herramientas o materiales ajenos.
- Mantener la confidencialidad de la información personal compartida por otros trabajadores/as, siempre que no implique encubrimiento de acoso laboral o sexual.
Acoso sexual
El acoso sexual es cualquier conducta indebida que implica requerimientos de carácter sexual no consentidos por la persona afectada y que amenazan o perjudican su situación laboral o sus oportunidades de empleo, según lo establecido en el artículo 2° inciso segundo del Código del Trabajo. La característica clave de este tipo de acoso es que no es deseado ni aceptado por quien lo recibe.
Algunas conductas que implican acoso sexual son:
- Presionar a alguien para que realice una actividad sexual en contra de su voluntad mediante amenazas, manipulación u otros medios.
- Ofrecer recompensas o beneficios a cambio de favores sexuales o amenazar con consecuencias negativas ante la negación.
- Acercamientos físicos no consentidos como pellizcos, roces, caricias, abrazos, besos o intentos de realizarlos.
- Envío de mensajes o imágenes sexualmente explícitos a través de plataformas digitales sin el consentimiento del destinatario/a.
- Insinuaciones sexuales no deseadas, solicitudes de favores sexuales u otras conductas verbales, no verbales o físicas de naturaleza sexual, tales como comentarios sexuales.
Sexismo
El sexismo se manifiesta a través de expresiones, actos o palabras que perpetúan la idea de que ciertas personas son inferiores por razón de su sexo o género. El sexismo puede ser hostil, consciente y dirigido a castigar a quienes desafían los estereotipos de género. Algunos ejemplos de sexismo hostil incluyen:
- Comentarios denigrantes sobre las mujeres o personas de diversidades sexuales.
- Humor y chistes sexistas o discriminatorios hacia mujeres o diversidades.
- Comentarios sobre fenómenos fisiológicos de las mujeres o diversidades.
El sexismo benévolo o inconsciente también debe erradicarse de los espacios laborales, ya que, aunque no busca generar daño directamente, perpetúa una cultura de violencia silenciosa. Ejemplos de esto son:
- Mansplaining: Explicar algo a una mujer sin que ella lo haya solicitado, asumiendo que no es experta en el tema.
- Manterrupting: Interrumpir a una mujer mientras habla sin esperar a que termine.
- Sexismo benevolente: Actitudes paternalistas que asumen que las mujeres son menos competentes para tomar decisiones por sí mismas.

