La diabetes mellitus gestacional (DMG) se define como una intolerancia a la glucosa que lleva a una hiperglicemia que se diagnostica por primera vez durante el embarazo (1). Es una de las enfermedades metabólicas endocrinas más comunes durante el embarazo, y está asociada con un mayor riesgo de complicaciones para la madre como para su hijo, tanto durante el embarazo como en el largo plazo. Los resultados adversos a corto plazo incluyen mayor riesgo de macrosomía (recién nacido más grande que lo normal), distocia de hombros (fallo de la salida del tronco fetal), parto prematuro o parto por cesárea y mortalidad fetal y neonatal. A largo plazo, se asocia a mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la madre y en el hijo y de obesidad (2). Esto, debido a que los fetos expuestos a niveles altos de glucosa materna tienen un mayor riesgo de alteración de la homeostasis de la glucosa, probablemente producto de cambios permanentes en la estructura, fisiología y metabolismo de varios tejidos, que están asociados con una mayor susceptibilidad de enfermedades crónicas (3).
Es difícil estimar la prevalencia mundial de DMG, debido a que existen diferentes criterios diagnósticos. Esto, junto con diferencias entre los países en las prevalencias de sus factores de riesgo, da lugar a una amplia variación en las estimaciones de la prevalencia de DMG, que van desde 2% hasta más del 35%. Las pautas chilenas identifican a las mujeres embarazadas con DMG como aquellas que presentan una glicemia en ayunas entre 100 y 125 mg/dl en el primer trimestre de embarazo, así como aquellas con valores de glucosa en ayunas ≥ 100 mg / dl y / o ≥ 140 mg / dl dos horas después de la prueba de tolerancia oral a la glucosa de 75 g a las 24-28 semanas de embarazo (4).
En el Centro de Investigación en Ambientes Alimentarion y Prevención de Enfermedades Asociadas a la Nutrición (CIAPEC) INTA – UChile realizamos estudios longitudinales tanto observacionales como experimentales dirigidos a evaluar factores de riesgo de la obesidad y enfermedades crónicas, con un foco en las exposiciones que ocurren en las etapas tempranas de la vida. Así, los mil primeros días de vida (desde la concepción hasta los dos primeros años de vida) se ha establecido como un periodo de particular relevancia para la salud futura del niño. En un estudio observacional que incluyó la totalidad de partos atendidos en el Hospital Sótero del Río entre los años 2002 a 2015, observamos que la incidencia de DMG varió de 4,4% en el 2002 a 13% en 2015. Asimismo, observamos varios factores de riesgo que se asociaron a desarrollar DMG y que coinciden con lo mostrado en la literatura, tales como mayor edad o paridad. Tener familiares con diabetes tipo 2 o DMG en un embarazo previo se asoció a dos y cinco veces más riesgo de tener DMG, respectivamente. Además, iniciar un embarazo con exceso de peso es uno de los principales factores de riesgo, y así encontramos que las mujeres que tenían sobrepeso u obesidad tuvieron respectivamente dos y tres veces más riesgo de desarrollar DMG que las mujeres que iniciaron su embarazo con un estado nutricional normal (5).
Dadas las consecuencias en salud que conlleva la DMG, lograr disminuir sus cifras es un tema de la mayor relevancia para la salud pública. Sin embargo, la evidencia muestra que las intervenciones nutricionales con dieta y actividad física durante el embarazo son poco efectivas en la prevención de la DMG. En el CIAPEC también hemos evaluado la efectividad de intervenciones nutricionales durante el embarazo, sin encontrar efectos positivos de las mismas en el control metabólico materno (6,7). Esto probablemente obedece a que las medidas adoptadas durante el embarazo podrían requerir más tiempo para frenar adecuadamente el desarrollo de DMG, dado que el daño metabólico se inicia muy pronto en el embarazo o incluso previo a este. Por lo tanto, lo relevante es focalizar los esfuerzos en disminuir las cifras de obesidad en la madre previo a la concepción, es decir, estrategias de prevención de obesidad a nivel poblacional.
Referencias
- American Diabetes Association. 2. Classification and Diagnosis of Diabetes:. Diabetes Care. 2018;41(Suppl 1):S13-S27.
- Farahvar S, Walfisch A, Sheiner E. Gestational diabetes risk factors and long-term consequences for both mother and offspring: a literature review. Expert Review of Endocrinology&Metabolism. 2019;14(1):63-74.
- Monteiro LJ, Norman JE, Rice GE, Illanes SE. Fetal programming and gestational diabetes mellitus. Placenta. 2016;48 Suppl 1:S54-S60.
- Governement of Chile MoH. Guía perinatal. Santiago, Chile: Ministry of Health; 2015.
- Garmendia ML, Mondschein S, Montiel B, Kusanovic JP. Trends and predictors of gestational diabetes mellitus in Chile. Int J Gynaecol Obstet. 2020;148(2):210-8.
- Garmendia ML, Corvalan C, Araya M, Casanello P, Kusanovic JP, Uauy R. Effectiveness of a normative nutrition intervention in Chilean pregnant women on maternal and neonatal outcomes: the CHiMINCs study. Am J Clin Nutr. 2020.
- Garmendia ML, Casanello P, Flores M, Kusanovic JP, Uauy R. The effects of a combined intervention (docosahexaenoic acid supplementation and home-based dietary counseling) on metabolic control in obese and overweight pregnant women: the MIGHT study. Am J Obstet Gynecol. 2021;224(5):526.e1-.e25.