El consumo de tabaco es factor de riesgo para la salud, ya que causa más de 30 enfermedades o alteraciones de la salud, pero también es una enfermedad en sí mismo, establecida en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la OMS. Es una enfermedad adictiva porque el tabaco contiene nicotina, que es una droga que produce dependencia y síndrome de privación y también es crónica por su tendencia a las recaídas.
El consumo de tabaco mata a la mitad de sus consumidores, constituyéndose en una verdadera epidemia mundial propagada principalmente por los intereses comerciales de las compañías de tabaco. En nuestro país, los últimos datos muestran una prevalencia/mes en población adulta de 31.1% y en jóvenes de 15.2%. Si bien, se ha logrado una disminución, estas cifras siguen siendo una de las más altas de América Latina, lo que se traduce en mayores tasas de morbi-mortalidad.
En Chile mueren 19.731 personas al año asociadas al consumo de tabaco, lo que constituye el 18,3% de todas las muertes anuales. Dicho de otra manera, son 54 muertes diarias, evitables si las personas no fumaran.
Tabaco y Enfermedades Cardiovasculares
Casi 5.000 de las muertes asociadas a consumo de tabaco son por enfermedades cardiovasculares, pues el consumo de tabaco produce:
- Disfunción endotelial: alteración de la dilatación dependiente de flujo y disfunción endotelial epicárdica.
- Aumento de la trombogenicidad: incrementa la adhesividad plaquetaria, del factor tisular, hematocrito y viscosidad.
- Estrés oxidativo: disminución del óxido nítrico y aumento de marcadores oxidativos.
- Aumento del tono simpático: aumento de la presión arterial, frecuencia cardíaca y microcirculación alterada.
La evidencia nos indica que estas alteraciones fisiopatológicas producen diversas enfermedades cardiovasculares, siendo estas cuatro las más prevalentes:
Cardiopatía Coronaria: el consumo de tabaco se asocia con un aumento en la progresión de la enfermedad coronaria aguda, el riesgo de angina e infarto agudo del miocardio, el riesgo de muerte cardíaca súbita. La magnitud del daño es proporcional a la magnitud del consumo y se potencia con la presencia de otros factores de riesgo coronario. Por otra parte, la implementación de políticas de ambientes libres de humo categóricamente reduce los eventos coronarios entre las personas menores de 65 años.
Enfermedad Vascular Periférica (EVP): fumar aumenta el riesgo de EVP asintomática, claudicación intermitente, progresión de la EVP, amputaciones debido a complicaciones de la EVP, fracaso de los bypass fémoro-popliteos y mortalidad después de la cirugía vascular.
Aneurisma de la Aorta Abdominal (AAA): los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar AAA que enfermedad coronaria o accidentes cerebro vasculares (ACV). El consumo de tabaco aumenta hasta 5 veces el riesgo de formación de AAA, progresión de ateroesclerosis aórtica y expansión de los AAA.
Accidentes Cerebro Vasculares (ACV): el consumo de tabaco contribuye con el 12 a 14% de todas las muertes por ACV y puede potenciar los efectos de otros factores de riesgo. Aumenta el riesgo de ACV, tanto aguda (efecto en la formación de trombos) como crónicamente, a través del aumento de la enfermedad ateroesclerótica.
¿Cómo enfrentar la epidemia del tabaquismo y proteger la salud?
Desde hace más de 50 años se cuenta con evidencia científica robusta sobre los peligros del consumo de tabaco y del humo de tabaco ambiental para la salud. A esto que se agregan los efectos negativos en el curso de la pandemia COVID 19, mostrado en numerosos artículos recientes. Por otra parte, abundan las publicaciones científicas e informes de evaluación de políticas que demuestran la eficacia de las estrategias que funcionan y reducen el consumo de tabaco. En ese sentido, existe consenso internacional respecto de las siguientes estrategias:
- Aumento de impuestos al tabaco
- Control del contrabando
- Políticas de Ambientes Libres de Humo de tabaco
- Prohibición de la promoción y publicidad del tabaco
- Campañas de comunicación social
- Poner al alcance de los fumadores terapias efectivas
Una contribución clave han sido los esfuerzos internacionales, dirigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para aprobar en el año 2003 el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), ratificado por 168 países y considerado el primer Tratado de Salud Pública Internacional en el mundo. El CMCT estableció compromisos para la formulación de políticas, la planificación de intervenciones y la movilización de recursos políticos y financieros para el control del tabaco.
Chile ratificó este Convenio Marco el año 2005, habiendo logrado valiosas mejoras legislativas resumidas en la Ley del Tabaco 19.419, modificada el año 2006 (Ley 20.105) y el 2013 (Ley 20.660). Esta ley aún es insuficiente para cumplir plenamente el CMCT y para enfrentar la interferencia de la industria tabacalera. Cabe reconocer que los logros alcanzados son el fruto de una la acción sostenida de entidades de gobierno, instituciones académicas, asociaciones de profesionales y organizaciones de la sociedad civil.
El Mes del Corazón es una oportunidad para hacer un llamado a la acción, que permita prevenir el tabaquismo y las enfermedades cardiovasculares, mediante:
- El apoyo a las y los fumadores que quieren dejar de fumar.
- Apoyar a la población que posee factores de riesgo –que lamentablemente es la mayoría de la población adulta chilena- mediante una consejería más efectiva en vida sana, que incluya integralmente la alimentación saludable, actividad física y no fumar.
- Fortalecer los Ambientes Libres de Humo y advertir los peligros de tabaco. La meta es un mundo en el que ningún niño, niña o adulto esté expuesto al humo de tabaco.
- Reactivar proyecto de ley dormido en Congreso Nacional: empaquetado neutro, prohibición del mentol, ampliación de ambientes libres de humo de tabaco.
- Mantener una vigilancia activa frente a las interferencias de la industria tabacalera e introducción de nuevos productos adictivos y dañinos para la salud, como los cigarrillos electrónicos/vapeadores y los productos de tabaco calentado.
Como comunidad académica en tiempos de pandemia y crisis social, es la ocasión para reactivar medidas de autocuidado y salud cardiovascular; junto con expandir la investigación en prevención y promoción de salud, que permita contribuir a la formulación de políticas públicas que aborden la obesidad y el tabaquismo, epidemias del nuevo siglo.
Referencias
- Report of the Surgeon General U.S. How Tobacco Smoke Causes Disease: The Biology and Behavioral Basis for Smoking-Attributable Disease. Department of Health and Human Services, CDC. Office on Smoking and Health, 2010.
- WHO Report on the Global Tobacco Epidemic 2021: addressing new and emerging products. Geneva: World Health Organization; 2021.
- Bello, S. Daño pulmonar asociado al uso de cigarrillos electrónicos-vapeadores. Rev Chil Enferm Respir 2020; 36: 115-121
- Salinas J, Bello S, Chamorro H, González C G. Consejería en alimentación, actividad física y tabaco. Instrumento fundamental en la práctica profesional. Rev Chil Nutr 2016: 43; 434-442.
Algunos mensajes comunicacionales:
- Exige Ambientes libres de humo de tabaco y protege a los no fumadores
- No empieces a fumar, aprende a decir no al tabaco
- Infórmate sobre los efectos dañinos del tabaco
- Deja de fumar, evitarás enfermedades cardiovasculares y mejorarás tu calidad de vida