El Día Mundial de la leche se celebra cada año el 01 de junio. Fue instaurado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) en 2001 para promover los beneficios del consumo de la leche y sus derivados en la salud.
La leche es un alimento importante en la nutrición humana, aporta diversos nutrientes, uno de los más importantes es el calcio, un mineral necesario para el funcionamiento y mantención de diversos órganos y tejidos, como huesos, dientes y músculos. El calcio es necesario para que se desarrollen con normalidad la coagulación sanguínea, transmisión de señales nerviosas, contracción muscular, secreción de hormonas y otros compuestos, división celular y el correcto funcionamiento del corazón, sistemas inmune y reproductivo.
Otros nutrientes interesantes en la leche y sus derivados, son las proteínas, consideradas como de alto valor biológico, por su composición aminoacídica. También existe un aporte de vitaminas A, D y B12. A excepción de las proteínas, el consumo de los otros nutrientes que aportan los lácteos, es insuficiente en la población chilena en general, por lo que la leche y sus derivados son importantes para cumplir algunas de las recomendaciones nutricionales, dentro de una alimentación suficiente y variada.
El consumo diario de leche no sólo es indispensable en la infancia, donde se relaciona con el desarrollo de los niños, sino que es un alimento necesario de consumir durante todo el ciclo vital, para evitar el consumo insuficiente de calcio y otros nutrientes, que se vinculan con el desarrollo de osteopenia y osteoporosis en la edad adulta.
Las Guías Alimentarias para la población Chilena incluyen un mensaje destinado a los lácteos: “Para fortalecer tus huesos, consume 3 veces al día lácteos bajos en grasa y azúcar” (MINSAL, 2013). El consumo promedio de lácteos de la población chilena, es solo la mitad de lo recomendado (ENCA, 2014). Las variedades de lácteos incluyen a la leche, yogur, quesos y leche cultivada entre otros, la recomendación es preferir los productos idealmente sin adición de azúcar por su relación con el desarrollo de enfermedades crónicas y caries y con el menor contenido de grasa disponible, descremados o semidescremados, por el aporte de energía, en el contexto de una población con alta prevalencia de sobrepeso y obesidad. Algunas formas de consumirlos son en el desayuno o la once, como colación o agregados en ensaladas o preparaciones calientes.
Una taza de leche aporta en promedio 250 mg de calcio, una rebanada de queso gouda o un trozo de queso fresco aportan en promedio 210 mg de calcio, por eso, la recomendación es consumir 3 porciones al día de lácteos, pues su aporte de calcio se complementa con el de otros alimentos, que contienen menores cantidades de este mineral, para cubrir la recomendación diaria de calcio, que para los adultos alcanza los 1000 mg por día (FAO/WHO, Human vitamin and mineral requeriments, Roma, 2005).
Parte de la población presenta intolerancia a la lactosa, la recomendación en este caso es consumir yogur, queso y leche cultivada. Estos productos no contienen lactosa o bien solo tienen trazas, por su proceso de producción, por lo que son mucho mejor tolerados. O bien pueden consumir los productos que señalan sin lactosa, donde en la producción se les ha adicionado la enzima lactasa para degradar este azúcar.
En la actualidad la alimentación es cada vez más diversa y con distintas tendencias. Para las personas que no desean consumir lácteos, se les recomienda buscar asesoría nutricional para poder adecuar su alimentación y cubrir los requerimientos de distintos nutrientes. La leche y sus derivados siguen siendo la mejor fuente de calcio disponible, por lo que si no hay alguna razón de salud para evitarlos, se recomienda incorporarlos en el consumo diario para la población general.
En el siguiente video ilustra y complementa el texto dedicado al Día Mundial de la Leche con recomendaciones acerca de su consumo.