
INTA celebra los 40 años del Magister en Nutrición y Alimentos
“La labor del INTA de la Universidad de Chile en docencia de posgrado ha permitido la formación de recurso humano de excelencia en el área de la nutrición y alimentación a nivel nacional y de la región de América Latina”, señalo la directora de la Escuela de posgrado del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, doctora Ana María Ronco, en el acto con que se celebraron los 40 años del Magister en Nutrición y Alimentos.
La ceremonia se realizó en el teatro del INTA y contó con la presencia del Doctor Santiago Urcelay, decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias; la Profesora Verónica Cornejo, directora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos doctor Fernando Monckeberg Barros, INTA; la secretaria ejecutiva del programa Elige Vivir Sano en Comunidad, Verónica Ulloa; el Doctor Fernando Monckeberg, Fundador y ex director del INTA; los Doctores Ricardo Uauy, Fernando Vio y Magdalena Araya, ex directores; académicos, ex académicos, funcionarios, graduados y estudiantes del INTA de la Universidad de Chile.
Creado en el año 1975 con el nombre de Magister en Nutrición Humana, este programa que ha graduado a 442 estudiantes de 19 nacionalidades, “es el más antiguo de Chile y, posiblemente de la región latinoamericana”, como señaló la directora de la Escuela de Posgrado, profesora Ana María Ronco.
“En la década de los años 70, la nutrición era considerada responsabilidad sólo del sector salud”, recordó en parte de su discurso Betty Ávila, graduada en la primera promoción del Magister, quien trabajó en el INTA por 27 años para luego fundar y dirigir la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor en el año 2000. “Sin embargo, la situación alimentaria de la población se manifestaba con un alto grado de complejidad, era preciso abordarla con un enfoque multifactorial. El INTA consideró este escenario como un gran desafío, creó el Magíster con un enfoque integral, formó académicamente a médicos, nutricionistas, economistas, ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, provenientes de diferentes países de América Latina”, agregó.
Junto con reconocer lo difícil que resultó para los estudiantes esta “interacción profesional”, para Betty Ávila esto “fue factible” por tres razones fundamentales. “Primero porque el Magister lo realizaba el INTA, un Instituto de la Universidad de Chile, integrado por grupos multiprofesionales dedicados principalmente a la investigación y a enseñar lo que estaban haciendo, na docencia real, aplicable, atingente y personalizada, profesores e investigadores calificados, cuyo propósito sigue siendo hasta hoy contribuir a resolver los diferentes problemas nutricionales de la población. La segunda razón fue la existencia del modelo chileno de salud, el cual fue reconocido ampliamente dentro y fuera del país y la tercera razón es el vínculo del INTA con organismos nacionales e internacionales que lo reconocen y valoran como un centro de excelencia en América Latina en el ámbito de la investigación y docencia de posgrado”.
“La verdad es que nuestro país ha evolucionado en forma realmente impresionante durante los últimos decenios y no me cabe ninguna duda que en ello tuvo que ver muchísimo esta institución, el INTA”, manifestó el fundador y primer director del Instituto, el Doctor Fernando Monckeberg. “Basta recordar esos altísimos índices de desnutrición y todas las consecuencias que ello acarreaba en el desarrollo del recurso humano”. Recuerdo que hace 45 años, todos los parámetros nos ubicaban entre los peores países de la región. Una altísima mortalidad infantil que nos preocupaba todos porque era la más alta; pero no nos preocupaba que después del año de vida seguían muriéndose los niños a los dos, a los tres, a los cuatro, a los cinco. Quiero recordar que en el año 1960, no hace tanto, a mediados del siglo recién pasado, a los 15 años de edad, se habían producido en Chile más del 58 por ciento de las muertes; eran los niños los que fallecían, de ahí que tuviese el país una expectativa de vida de apenas 37 años. Hoy en día el número de muertes que se producen en los menores de 15 años no alcanza al dos por ciento. Y la expectativa de vida es de 80 años para la mujer y 78 dicen para el hombre”.
De los 442 graduados del Magister en Nutrición y Alimentos, un 35 por ciento son estudiantes extranjeros, de 19 nacionalidades, entre los que predominan profesionales venidos de Colombia, Ecuador, Perú y Guatemala, con 149 titulados de la Mención en Nutrición Humana, 140 de Promoción de la Salud, 15 de Nutrición Clínica y 38 de la Mención Alimentos Saludables.
Al cerrar el acto, la directora del INTA, profesora Verónica Cornejo, también graduada de este Magister, agradeció a los asistentes y, especialmente, “a todos mis profesores que en alguna medida me ayudaron a crecer y a llegar donde estoy”.