Con la activa participación de grupos de adultos mayores de la comuna de Huechuraba, profesionales del Departamento de Salud e investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, se realizó el cierre del proyecto de investigación para la detección temprana de la sarcopenia en la población de 60 años y más.
Con la colaboración del Departamento de Salud de Huechuraba, INTA de la Universidad de Chile y el Ministerio de Salud, se ha realizado un estudio que permite la detección oportuna del síndrome de sarcopenia, mediante la utilización de equipamiento en los controles de salud de la población adulta que mide la fuerza (dinamómetros) y otros parámetros.
INTA desde el 2012 ha trabajado en este proyecto de diagnóstico de sarcopenia en Personas Mayores (PM), iniciando con un proyecto FONIS, cuyo objetivo general fue elaborar un indicador de diagnóstico entre las PM usuarios de Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS), el cual se desarrolló en una muestra de 169 PM de tres CESFAM de Huechuraba (Salvador Allende, La Pincoya y El Barrero). Actualmente, INTA acaba de terminar un segundo proyecto, que en este caso fue financiado por un proyecto FONDEF, el cual reclutó 120 PM de la muestra de 169 para una nueva medición, que fue complementado con más PM de 18 CESFAM de la Región Metropolitana, alcanzando una muestra de 439 PM.
Carlos Cuadrado Prats, alcalde de Huechuraba, señaló durante el cierre de este proyecto: “Durante la última década existe un aumento creciente de sarcopenia en la población de más edad, cerca del 20 % de los adultos mayores y el pronóstico a 20 años será de un 30%, por lo que necesitamos que nuestros adultos mayores tengan una mejor calidad de vida”. En tanto la directora del proyecto de investigación INTA, la académica Lydia Lera afirmó que el inconveniente antes del proyecto era que para medir la sarcopenia, se debía realizar un examen de alto costo y no todos podían pagar dicho examen para su prevención. "Ahora mediante mediciones antropométricas del individuo, se obtienen datos con buena especificidad que permiten calcular la sarcopenia”, agregó.
La sarcopenia es una enfermedad que genera disminución de la masa muscular, baja resistencia física, menor fuerza, lo que provoca caídas, debilitamiento y mala calidad de vida en los adultos. Por eso, es importante detectarla a tiempo porque con pequeñas intervenciones como el ejercicio, buena nutrición, es posible prevenirla y retardarla.
El exitoso resultado de este estudio permitirá que la herramienta de medición sea utilizada para establecer un diagnóstico certero, temprano y accesible a todos los chilenos, que permita hacer realidad la pesquisa de la enfermedad en los CAPS.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile presentó la segunda edición este estudio, que utiliza datos de fuentes oficiales para analizar cuatro dimensiones clave: salud, socioeconómica, entorno comunal y entorno educacional. La actual versión consideró el análisis 95 comunas con más de 50.000 habitantes: La Pintana lidera el ranking nacional de riesgo de obesidad, seguida por Alto Hospicio (Región de Tarapacá) y San Vicente (O'Higgins). En contraste, las comunas con menor riesgo son Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea, las tres en la Región Metropolitana.
Este estudio busca aportar al diseño de políticas públicas y locales más eficientes para
Con motivo de la Pascua de Resurrección y el tradicional aumento de la demanda por productos del mar académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile explican los beneficios del consumo de omega 3 y comparten una tabla con los pescados y mariscos con mayores niveles de este aceite esencial para nuestra salud: en primer lugar se encuentra la caballa. Organizaciones internacionales como la FAO y la OMS recomiendan un consumo diario de 250-500 mg. En este contexto, también cobra relevancia la educación en prácticas seguras de manipulación y preparación.
El aumento de productos marinos en la dieta permite incrementar el aporte de nutrientes de elevado valor biológico, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga del tipo omega-3 (n-3 LCPUFA), en particular el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ampliamente reconocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular, neurológica y metabólica de la población.