Se cumplieron dos años de la implementación de Ley 20.606 de Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, más conocida como la Ley del Etiquetado, y de acuerdo a lo planificado, la norma elevará sus exigencias a los rótulos de alerta nutricional. Camila Corvalán, académica y directora del Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Obesidad del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos Fernando M�nckeberg Barros (INTA) precisa todo lo que hay que saber sobre la segunda fase de implementación de la normativa.
1. La Ley del Etiquetado, que entró en vigencia el 27 de junio de 2016, no solo obligó a la incorporación de sellos de advertencia "ALTO EN" calori?as, grasas saturadas, azu?cares y sodio a los alimentos envasados sólidos y líquidos que se venden en Chile, sino tambie?n restringió la publicidad de los alimentos "ALTOS EN" dirigida a menores de 14 an?os, y aseguró una oferta de alimentos saludables al interior de los establecimientos educacionales, prohibiendo la venta, promocio?n y entrega gratuita de alimentos con sellos en los establecimientos de preba?sica, ba?sica y media.
2. “Para definir cuáles eran los alimentos sujetos a esta ley lo que se hizo fue mirar los límites que tienen los alimentos en la naturaleza, en términos de azúcares, sodio, grasas saturadas y energía, y a partir de esos límites se fijaron los niveles y contenidos que tenían que tener los alimentos, de modo que aquellos que lo excedían, debían ser sujetos a esta ley”, explicó la Dra. Camila Corvalán del INTA.
3. En un intento por dar más tiempo a la industria para que respondiera a esta nueva regulación, y eventualmente reformulara sus alimentos, lo que se zanjó fue una implementación en fases. “Eso significó tener límites un poco más altos al inicio de la ley en 2016, los que ahora este 2018 bajamos, haciéndolos más estrictos. Recién el 2019 llegaremos a los límites que originalmente se plantearon y que son los que deberían estar en curso”, apuntó la especialista.
4. El ajuste de los límites de la ley, significa en la práctica que los productos sólidos cada 100 gramos deberán tener el sello de advertencia a las 300 calorías, 500 mg de sodio, 15 gramos de azúcar y 5 de grasa.
5. En el caso de los líquidos, en esta segunda fase de la ley se establece que cada 100cc, tendrán que llevar sellos si superan las 80 calorías, los 100 mg de sodio, los cinco gramos de azúcares y tres de grasas, a diferencia de como fue hasta ahora, en que debían hacerlo cuando pasaran de las 100 calorías, los 100 mg de sodio, 6 gramos de azúcar y 3 gramos de grasa saturada.
6. En junio de 2017, a un año de entrada en vigencia la ley, el MINSAL reveló un informe de evaluación de la normativa en el que destacó que de 3.008 inspecciones de fiscalización, el cumplimiento alcanzado fue de un 72 por ciento. La fiscalización del etiquetado y de lo que ocurre en los colegios, se le ha entregado a la Seremi de Salud. "Se desarrollaron protocolos de monitoreo y se han realizado inspecciones dirigidas, que son con ciertos criterios de priorización, porque no hay capacidad de fiscalizar todo”, detalló la académica de la U. de Chile.
7. De las más de 3 mil inspecciones, los incumplimientos detectados alcanzaron los 845 casos, dando origen a sumarios que fueron atribuibles a problemas de etiquetado, de publicidad dirigida a niños (envases o lugar de expendio) y también a venta de alimentos “ALTOS EN” en establecimientos educacionales.
[embed]https://youtu.be/YD2daC7jb_k[/embed]
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile presentó la segunda edición este estudio, que utiliza datos de fuentes oficiales para analizar cuatro dimensiones clave: salud, socioeconómica, entorno comunal y entorno educacional. La actual versión consideró el análisis 95 comunas con más de 50.000 habitantes: La Pintana lidera el ranking nacional de riesgo de obesidad, seguida por Alto Hospicio (Región de Tarapacá) y San Vicente (O'Higgins). En contraste, las comunas con menor riesgo son Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea, las tres en la Región Metropolitana.
Este estudio busca aportar al diseño de políticas públicas y locales más eficientes para
Con motivo de la Pascua de Resurrección y el tradicional aumento de la demanda por productos del mar académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile explican los beneficios del consumo de omega 3 y comparten una tabla con los pescados y mariscos con mayores niveles de este aceite esencial para nuestra salud: en primer lugar se encuentra la caballa. Organizaciones internacionales como la FAO y la OMS recomiendan un consumo diario de 250-500 mg. En este contexto, también cobra relevancia la educación en prácticas seguras de manipulación y preparación.
El aumento de productos marinos en la dieta permite incrementar el aporte de nutrientes de elevado valor biológico, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga del tipo omega-3 (n-3 LCPUFA), en particular el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ampliamente reconocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular, neurológica y metabólica de la población.