“Asociación del estado nutricional, los hábitos de alimentación y de actividad física con la vulnerabilidad escolar” es el nombre de la tesis con la que María Ángeles Barrios se graduó este 4 de agosto de Magíster en Nutrición y Alimentos con mención en Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades Crónicas Asociadas a la Nutrición.
Las directoras de tesis de Ángeles, fueron las profesoras de la Unidad de Salud Pública del INTA, Nelly Bustos y Juliana Kain. En tanto, la comisión revisora estuvo compuesta por las profesoras Lydia Lera y María Luisa Garmendia, ambas de la Unidad de Salud Pública, y Karen Basfi-fer del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Ángeles es nutricionista de la Universidad del Desarrollo titulada en el 2017, y se ha dedicado a la consulta clínica y a asesorías de alimentación en colegios. Decidió realizar este magister en INTA, ya que “es una gran casa de estudios, reconocida internacionalmente, con profesores expertos y de gran importancia a nivel nacional”
Resumen El rápido aumento de la obesidad infantil se ha asociado al elevado consumo de alimentos procesados de alta densidad energética e insuficiente actividad física (AF), como también a otros factores socioculturales. Las diferencias sociales hacen que los estratos de la población con bajo nivel educacional y socioeconómico puedan ser los más afectados, donde la relación de obesidad, estilos de vida y nivel socioeconómico sigue siendo compleja. Objetivo: Evaluar la asociación del estado nutricional (EN), los hábitos de alimentación y AF con la vulnerabilidad escolar de los beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Métodos: Este es un estudio observacional trasversal, con una muestra de 4.295 beneficiarios del PAE de 5� básico y 1� medio. Se analizó el EN, obtenido del mapa nutricional, la vulnerabilidad escolar, derivada del Índice de vulnerabilidad, los hábitos de alimentación (lugar de consumo de desayuno, tipo de colaciones llevadas a las escuelas y consumo de frutas y verduras) y de AF (práctica de AF extraprogramática y tiempo de uso de pantallas al día), procedentes de la Encuesta de Satisfacción usuaria y Hábitos de vida saludables. Mediante pruebas estadísticas de descripción de datos, test de chi cuadrado y modelos de regresiones logísticas, se analizaron y asociaron las variables. Resultados: Se observó que existe una alta prevalencia de malnutrición por exceso, que se relaciona con el alto nivel de sedentarismo y los malos hábitos de alimentación, destacando que el 22,2% toma doble desayuno, un 66,1% lleva colaciones altas en nutrientes críticos al colegio y el bajo cumplimiento de las recomendaciones de consumo de frutas y verduras. El análisis por nivel de vulnerabilidad mostró que los beneficiarios muy vulnerables toman mayormente desayuno en el colegio (48,2% n=551), llevan en menor frecuencias colaciones altas en nutrientes críticos y tienen menor horas de uso de pantalla al día que los beneficiarios vulnerables. Los beneficiarios muy vulnerables están mayoritariamente en la zona Sur (37,1% n= 686) y en menor medida en la Región Metropolitana (RM) (7,6% n=103), siendo esta última zona, la que tiene peores hábitos de alimentación y mayores cifras de sedentarismo. No se encontró asociación entre vulnerabilidad escolar y EN de los beneficiarios. Conclusiones: Este estudio muestra que son los beneficiarios vulnerables los que necesitan mayor atención en la formación de hábitos saludables, destacándose entre ellos, a aquellos de la RM. Esta evidencia es de gran importancia por la necesidad de definir correctamente a los beneficiarios de programas. |