La obesidad como factor que podría exponernos a la expresión temprana de fenotipos de envejecimiento es el foco del estudio que conducirán tres académicas de nuestra institución y otros tres académicos de la Casa de Bello.
En el marco del “Concurso Anillos Regular de Investigación en Ciencia y/o Tecnología 2021 y Anillos Temáticos de Investigación en Ciencia y/o Tecnología 2021”, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) seleccionó la propuesta liderada por el Instituto como institución principal, que dará origen a un centro de investigación de excelencia. Esta se titula “Anillo de Investigación en Envejecimiento Acelerado Inducido por Obesidad [ObAGE]”.
ObAGE es un grupo transdisciplinario que conecta investigación, conocimiento y experiencia para explorar cómo la exposición a obesidad en etapas clave del desarrollo altera los mecanismos de resiliencia homeostática que preservan la integridad fisiológica y previenen la expresión temprana del envejecimiento.
En el centro se ampliarán vínculos disciplinarios preexistentes para comprender cómo la obesidad acelera el envejecimiento, desde lo celular a los sistemas de órganos, y se buscará determinar si la posición social influye en la vulnerabilidad a la obesidad como factor de riesgo de envejecimiento acelerado. Para ello se aprovechará una cohorte de nacimiento de alta vulnerabilidad social, seguida durante casi 30 años con alta prevalencia de obesidad y riesgo cardiometabólico. Por primera vez en Chile, se abordarán cambios epigenéticos relacionados con la edad que podrían transmitirse a la descendencia, buscando entender mejor las consecuencias a mediano y largo plazo de la obesidad para la salud humana.
Sobre qué significa para el Instituto este centro, su directora, María Paulina Correa, académica de la Unidad de Nutrición Humana, explica: “Este es el primer Centro ANID que se adjudica el INTA como institución líder, así que nos sentimos muy orgullosos de este logro que sin duda lo es para nuestras carreras, pero también para el Instituto. Segundo, vamos a generar conocimiento en dos temas prioritarios para Chile: malnutrición por exceso y envejecimiento. Lo que nos motiva por encima de todo es contribuir al reto del envejecimiento saludable desde etapas tempranas de la vida, empleando un enfoque transdisciplinario y de ciclo vital. Tercero, el INTA podrá proyectar una de sus cohortes históricas, y consolidarla como un entorno de investigación al servicio de los principales desafíos sanitarios del país. El Estudio Longitudinal de Santiago es, además, la cohorte epidemiológica de nacimiento más antigua de nuestro país. Finalmente, podremos tender puentes hacia otros estudios prospectivos epidemiológicos en el hemisferio sur (ej. Estudio Raine y Estudio Dunedin), cuyos participantes tiene edades similares y perfiles epidemiológicos más parecidos a los de nuestros participantes, que las cohortes de Europa y América del Norte”.
El proyecto durará tres años y todos los integrantes pertenecen a la Universidad de Chile. Desde el Instituto, los representantes son María Paulina Correa como Directora; Cecilia Albala como Directora Alterna; y Raquel Burrows como Investigadora Asociada. De la Facultad de Ciencias Sociales, Guillermo Sanhueza será Investigador Principal, al igual que Felipe Salech, de la Facultad de Medicina. Y de la Facultad de Ciencias y el Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) Christian González oficiará como Investigador Asociado.
Entre los resultados esperados se espera contribuir a una mejor comprensión del papel de la obesidad en el envejecimiento desde etapas tempranas de la vida, yendo desde lo molecular a los sistemas de órganos. Además, poner al servicio de la generación de conocimiento datos epidemiológicos, socioeconómicos y muestras biológicas de la más alta calidad recolectados a lo largo de 30 años. Y por último, sentar las bases para futuros estudios sobre los efectos trangeneracionales de la obesidad relativos al envejecimiento, (estudio de segunda generación).
“Un proyecto de esta envergadura es naturalmente un privilegio, pero también es una responsabilidad enorme y una dosis no menor de compromiso académico. Los investigadores de ObeAGE tenemos perfectamente claro que habrá que trabajar muy duro para hacer ciencia de calidad, pero estamos dispuestos a dar el 2000%, como se espera que lo hagamos todos los académicos de la Universidad de Chile. Quisiera agradecer a mis coinvestigadores, porque seguramente aprenderé mucho de ellos: de su experiencia, de su liderazgo, de sus visiones, y de sus formas de trabajar y hacer ciencia” concluye la profesora Correa.