El profesor adjunto perteneciente a la Unidad de Nutrición Pública del INTA, Prof. Mario Ociel Moya, realizó recientemente la defensa de su AFE (Actividad Formativa Equivalente) para obtener el grado de Magíster en Envejecimiento y Calidad de Vida, titulada "Voluntades anticipadas en el contexto del envejecimiento de la población", dirigida por el Prof. Daniel Bunout y con la Comisión Revisora compuesta por Prof. Fernando Vio, Prof. Luis Valladares y Prof. Moisés Sandoval.
Mario es Doctor en Antropología, Magíster en Antropología y Antropólogo, que se ha dedicado a investigar sobre el envejecimiento y la vejez en la población. Desde el 2014, primero como profesional y luego como académico, ha formado parte del INTA, donde ha tenido diferentes aproximaciones al envejecimiento, como es la epidemiología y la salud pública. "Estos campos disciplinares son parte de lo que actualmente hago, pero no desde una perspectiva tradicional, sino desde el pensamiento de los mecanismos de producción de datos y de las dimensiones sociopolíticas en la población envejecida, aspectos que se articulan con el quehacer de las disciplinas sociosanitarias en torno a la vejez", explica el profesor Moya.
La decisión de realizar este Magister estuvo motivada por su aproximación multidisciplinar, "razón por la cual decidí ampliar la mirada entre ciencias sociales y estudios formales sobre envejecimiento y vejez".
Un proyecto futuro que tiene Mario es realizar prontamente una pasantía corta en el Departamento de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, tras obtener una beca de la Fundación Carolina destinada a profesores y profesionales de las universidades pertenecientes al CRUCH. Además, está ad-portas de presentar un libro del cual fue editor: "El quehacer de la Salud Pública. Divergencias e inequidades en salud", elaborado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Chile junto al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.
Resumen La Declaración de Voluntades Anticipadas (DVA) o testamento vital, es un ordenamiento jurídico que, en países como Estados Unidos, Holanda, Italia, Francia, España, Puerto Rico, Argentina, México, entre otros, se encuentra inserto en su legislación. Con el objetivo de resguardar las decisiones de las personas respecto al tipo de tratamiento terapéutico o hasta qué punto aplicarlo en caso de enfermedades terminales o padecimiento físico, puede ser elaborado bajo ciertas condiciones como contar con la mayoría de edad legal y con la capacidad de proyectar y manifestar libremente su decisión en eventuales condiciones de salud en donde ésta no es capaz de expresarla personalmente (Navarro, 2011). Así, la investigación realizada en el marco del Magíster en envejecimiento y calidad de vida INTA- Universidad de Chile, tuvo como propósito analizar los aspectos bioéticos de las decisiones para el final de la vida, particularmente, en el contexto del envejecimiento poblacional en Chile. Existen diversas dimensiones que hacen de la DVA un tema importante y necesario de abordar en salud pública, ya que no solo involucra la voluntad personal, sino que también las acciones o “no acciones” de los profesionales de la salud para dar cumplimiento a la voluntad expresada, siempre y cuando sea en un marco legal y ético: legal, en tanto las voluntades de las personas deben tener respaldo para su validez frente al profesional de la salud responsable del caso y también, como respaldo de los profesionales de la salud. En tal sentido, como señala Atienza (2015) “La primera limitación la encontramos en la propia ley, de tal manera que la invalidez de las instrucciones vendrá condicionada en cada momento por las normas que regulan el supuesto hecho sobre el cual se dictan en cada país y su correlativo ordenamiento” (Atienza, 2015:168). |