Se sabe que el tejido óseo, al igual que los otros tejidos, se renueva constantemente a través de nuestra vida. Esta renovación involucra la degradación de hueso antiguo y posterior síntesis de hueso nuevo. Estos procesos ocurren por la acción de dos tipos de células, los osteoclastos encargados de la degradación y los osteoblastos responsables de la formación del nuevo hueso. Se estima que cada 10 años nuestro esqueleto se renueva completamente. En condiciones normales, estos dos procesos están en un equilibrio finamente regulado, lo que hace que, en una persona adulta, la masa ósea se mantenga constante. Sin embargo, en ciertas condiciones este equilibrio se altera y se produce una disminución de la masa ósea con el consiguiente aumento de la susceptibilidad de sufrir fracturas. Entre estas condiciones se encuentran el desuso ya sea por una inmovilización prolongada por permanencia en cama o por la falta de gravedad, como ocurre en el caso de los astronautas.
Los estudios clínicos con condiciones de descarga reales o simuladas, incluida la lesión de la médula espinal, la suspensión de extremidades, el reposo en cama y la microgravedad (vuelo espacial), han demostrado que la pérdida ósea temprana se caracteriza por un aumento relativo de la resorción (degradación) ósea en comparación con la disminución de la formación ósea.
Osteoporosis por desuso
El término desuso involucra una serie de situaciones clínicas que implican disminución de la carga o inmovilización prolongada.
El desuso representa uno de los principales factores que contribuyen a la pérdida ósea inmediata y a la osteoporosis. La pérdida de masa ósea es evidente en personas que, por problemas de salud, deben permanecer largo tiempo inmovilizados en cama.
Clínicamente, el desuso representa uno de los principales factores de riesgo para la osteoporosis, la cual es una enfermedad multifactorial generalizada que se caracteriza por una masa ósea disminuida, una microarquitectura ósea deteriorada y un mayor riesgo de sufrir fracturas por fragilidad. Se ha demostrado que en las condiciones de desuso se produce una combinación desfavorable de una alta resorción del hueso junto con una baja formación ósea, lo que conduce a una pérdida ósea inmediata y, en última instancia, a la osteoporosis con un mayor riesgo de fractura. Por el contrario, la carga sobre el tejido esquelético conduce a una respuesta ósea anabólica en términos de aumento de la formación ósea. La actividad física representa una opción eficaz para aumentar la densidad mineral ósea (DMO), por lo que el ejercicio adecuado constituye el tratamiento básico más natural para los pacientes con osteoporosis. Hay varios ejemplos clínicos de la respuesta anabólica del hueso a la carga, uno de ellos es la observación de que la masa ósea en el brazo dominante de los tenistas es marcadamente mayor que en el brazo no dominante.
La experiencia clínica muestra que los sitios esqueléticos que normalmente soportan peso son afectados más severamente durante el reposo prolongado en cama que aquellos huesos que no soportan peso, como el antebrazo.
Pérdida de masa ósea por falta de gravedad
Esta pérdida se ha observado tanto en astronautas que han permanecido largo tiempo en condiciones de falta de gravedad, como también en animales de experimentación que han sido sometidos a condiciones experimentales de poca gravedad.
La pérdida de masa ósea por falta de gravedad no es pareja en todos los huesos del esqueleto. Así, estudios han mostrado que la pérdida ósea varió entre 1-2% por mes en el fémur proximal, mientras que en la columna vertebral es de alrededor del 0,5-1. Si bien la pérdida ósea inducida por la microgravedad se asocia positivamente con la duración del vuelo espacial; hasta ahora no se comprende plenamente por qué no existe una recuperación completa de la masa ósea e incluso la persistencia de la pérdida ósea después del regreso a la Tierra.
¿Cómo nuestro organismo detecta la carga o la falta de ella?
Estudios en pacientes en reposo prolongado en cama encontraron niveles bajos de marcadores de formación ósea acompañados de niveles elevados de esclerostina. La esclerostina es una proteína producida casi exclusivamente por osteocitos, que representan osteoblastos diferenciados terminalmente incrustados en la matriz ósea, lo que revela el papel potencial que tienen los osteocitos en la patogénesis de la osteoporosis por desuso.
Los osteocitos han atraído la atención de la investigación debido a su capacidad para detectar cargas a través de mecanosensores, y ser capaces de traducir señales mecánicas extracelulares en señales bioquímicas intracelulares y regular la remodelación ósea.
Por el contrario, cuando se desarrolla una mayor actividad física, los niveles de esclerostina se encuentran más bajos y la formación de hueso más alta. Sin embargo, los efectos de la inhibición de la esclerostina sobre la calidad del hueso en pacientes humanos que padecen osteoporosis por desuso aún no han sido estudiados en detalle.
Recuperación
La recuperación de masa ósea en respuesta a programas de ejercicio físico, farmacoterapia o ambos ha sido estudiada a través de diferentes modelos de desuso y descarga. De hecho, el tratamiento más natural para la osteoporosis por desuso es el ejercicio físico o la removilización (carga) de los huesos afectados, aunque algunas de las condiciones de desuso per se no permiten la re-movilización.
Es interesante notar que la pérdida ósea inducida por el reposo en cama continúa en los primeros días/semanas después de la reambulación. En diferentes grupos de control, la masa ósea no se recuperó por completo en el mismo tiempo que los individuos estuvieron inmovilizados y, en la mayoría de los estudios, incluso después de un seguimiento a largo plazo.
En conjunto, el tratamiento de la osteoporosis por desuso mediante la combinación de medicamentos específicos para los huesos con ejercicio físico parece ser eficaz para contrarrestar, al menos parcialmente, la pérdida ósea observada.
Referencias
- Evan G Buettmann, Galen M Goldscheitter, Gabriel A Hoppock, Michael A Friedman, Larry J Suva, Henry J Donahue. Similarities Between Disuse and Age-Induced Bone Loss
- J Bone Miner Res 2022 Aug;37(8):1417-1434. doi: 10.1002/jbmr.4643. Epub 2022 Jul 28.
- Rolvien T, Amling M. Disuse Osteoporosis: Clinical and Mechanistic Insights
- Calcified Tissue International (2022) 110:592–604
- Keune JA, Philbrick KA, Branscum AJ, Iwaniec UT, Turner RT. Spaceflight-induced vertebral bone loss in ovariectomized rats is associated with increased bone marrow adiposity and no change in bone formation. Microgravity (2016) 2, 16016; doi:10.1038/npjmgrav.2016.16