Con el fin de recordar entre la comunidad del instituto los hechos ocurridos hace 50 años atrás, tras el golpe militar y la dictadura posterior de 17 años, miembros del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos se reunieron a reflexionar sobre un hecho que afectó a muchas vidas en Chile.
La actividad inició con la plantación de dos árboles en los jardines del instituto, un peumo y un quillay, ambas especies de gran significado para nuestro pueblo mapuche, como explicó el profesor Francisco Pérez Bravo, director del INTA. "Para que nos acompañen en esta acción de no olvidar, para hacernos fuertes en el tiempo y fuerte como debe ser nuestra memoria". El peumo es una especie ancestral que es catalogada necesaria, urgente y visionaria, mientras que el quillay nos acerca a la espiritualidad y sanación.
Para finalizar el profesor Pérez leyó unas palabras Aristóteles España, joven de 17 años que estuvo recluso en la Isla Dawson:
“¿Qué será de Chile a esta hora? ¿Veremos el sol mañana? Se escuchan voces de mando y entramos en un callejón esquizofrénico (...). Se encienden focos amarillos a nuestro paso. Las ventanas de la vida se abren y se cierran”.
Voces del INTA: Memorias de la dictadura en un instituto protegido
En un espacio de confianza y abierto a escuchar diferentes vivencias, se realizó una conversación donde se relataron memorias y momentos. En el año 1973 el Instituto de Nutrición y Tecnología Alimentos, no existía como tal, pero sí se estaban haciendo gestiones para su creación mediante el traslado del Laboratorio de Investigación Pediátrica del Hospital San Borja Arriarán hacia el edificio casi abandonado de los salesianos ubicado en Macul 5540, Macul. Para el año 1976, mientras pasaban radicales cambios sociopolíticos, se firmó el decreto de Rectoría que determinó su creación legalmente. El principal líder de la formación del INTA fue el Dr. Fernando Mönckberg, quien fue su director hasta el año 1994.
En este contexto, los panelistas que expusieron: Profesor Romilio Espejo a distancia, profesor Fernando Vio, funcionario Antonio Bravo, funcionario Juan Carlos Balmaceda, profesora Cecilia Albala, profesora Judith Salinas, profesor Eric Díaz a distancia y profesora Gabriela Salazar, contaron sus distintas vivencias. Todos estaban en diferentes puntos de Santiago y Chile, dedicándose a sus activades, y eventualmente después del golpe se encontraron en el INTA de la Universidad de Chile un lugar para desarrollarse profesionalmente.
En la narración de experiencias, todos coincidieron, que el gran edificio de Macul fue un espacio seguro. El Dr. Mönckeberg recibió a profesionales desvinculados de la Universidad de Chile, personas consideradas peligrosas para la dictadura militar, para realizar sus labores. Así mismo, estando dentro del INTA era posible conversar y compartir, mientras el miedo y la represión se vivía en el país.
En la oportunidad, el profesor Fernando Vio leyó unas palabras con el fin de recordar que en estas instancias que son sumamente duras y extremas para el humano, lo más importante es mantener la fe, la fe en los demás, pero sobre todo en uno mismo y citó a la escritora turca Ece Temelkuran:
“Ahora es el momento de elegir creer: creer que somos algo mejor que desbocados pollos sin cabeza, que estamos destinados a la belleza y que no necesitamos aguardar a que vengan tiempos mejores para tener esperanza. El momento propicio es... ¡Ahora!”.