La invitación surgió como parte de los avances de un convenio de colaboración entre el INTA y la Universidad de Azuay. Este acuerdo tiene como objetivo brindar a estudiantes de Ecuador la oportunidad de realizar parte de sus tesis de magíster y doctorado en Chile, así como permitir que profesores del INTA impartan clases en Ecuador. La iniciativa busca fomentar el intercambio de conocimientos en nutrición y salud humana por parte del INTA, y en ingeniería de alimentos por parte de la Universidad de Azuay.
La comitiva visitó distintos laboratorios, entre ellos el Laboratorio Centro de Alimentos, dirigido por Romina Cantarero; el Laboratorio de Biología Celular y Molecular -en particular el laboratorio donde se realizan estudios in vivo con la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster)- y el Laboratorio de Investigación en Nutrición Funcional, donde el profesor Omar Porras les explicó el funcionamiento del único simulador dinámico de la microbiota intestinal humana (SHIME ®) de Sudamérica.
También pudieron asistir a conferencias que formaron parte de las Jornadas Presenciales de Verano de los Programas de Magíster del INTA, entre ellas una del director del INTA, Francisco Pérez Bravo, titulada “Nutrición para el 2050: ¿Por qué tendremos que alimentarnos de otra forma?”.
Fuera del INTA visitaron una planta Agrosuper y el Laboratorio de Técnica Culinaria de la Pontificia Universidad Católica.
El anfitrión en el instituto fue el profesor Nicolás Tobar. “Esta visita se gesta en el marco de un convenio de colaboración académica y científica que se está firmando entre el INTA y la Universidad de Azuay y que nace de mi participación en un proyecto de colaboración internacional que significó formar una red de investigadores de Latinoamérica en temas de nutrigenómica y neuroprotección”, explicó.
Tobar destacó que el objetivo fue que “los estudiantes de la Maestría en Desarrollo e Innovación de Alimentos conozcan otras realidades en las que se realiza investigación en el ámbito de los alimentos y la nutrición. La idea es que, al diseñar productos funcionales o de interés industrial, comprendan que la nutrición es un elemento clave, y ese es el aporte que como INTA podemos ofrecer. Además, la visita permitió que conocieran distintas líneas de investigación de académicos del instituto y presentaran el avance de sus trabajos de tesis, recibiendo una valiosa retroalimentación constructiva por parte de los profesores participantes”.
Para finalizar su estadía, los diez alumnos presentaron sus proyectos de tesis frente a varios investigadores del INTA -encabezados por el director de la Dirección de Investigación y Desarrollo (DID), Rodrigo Pulgar- con el fin de recibir retroalimentación experta, enriquecer sus enfoques de investigación y fortalecer la aplicabilidad de sus propuestas en el ámbito de los alimentos y la nutrición.
“Recibimos retroalimentaciones súper buenas para poder incorporarlas. Para mí fue una experiencia súper interesante poder compartir mi proyecto con los docentes de acá”, comentó Margoth Pesántez, quien presentó su tesis “Efecto de residuos alcalinos en la composición nutricional, sabor, olor y textura del chocolate”.
Los trabajos que fueron expuestos abordan investigaciones centradas en productos locales:
- Nicole Alexandra Sarmiento Ochoa | Incorporación de antioxidantes obtenidos de extractos de plantas nativas (horchata) en distintos tipos de helado
- Kevin David Calle Maldonado | Optimización de una cerveza con harina de plátano (Musa paridisiaca AAB)
- Thalía Noles Romero | Desarrollo de un alimento simbiótico a base de cacao a partir del residuo de banano como prebiótico y una mezcla comercial como probiótico
- Marlene del Cisne Jaramillo Granda | Elaboración de Chutney sin azúcar añadida a partir de calabaza (Cucurbita maxima) y jícama (Pachyrhizus erosu)
- Carol Jessenia Alvarado Alvarado | Optimización de las variables significativas en la elaboración de una cerveza de amaranto
- Ana Carolina Pazmiño Sanmartín | Efectos de una bebida carbonatada a base de fitoquímicos en la captación de glucosa in vitro
- Gigi Lizbeth Gálvez Bao | Desarrollo y comparación de recubrimientos comestibles con probióticos a partir de desechos de banano y suero de leche
La delegación fue acompañada por Gustavo Álvarez, profesor de metodología de investigación de la Universidad de Azuay, quien explicó que el viaje fue una oportunidad para “verificar los diferentes laboratorios, comparar las potencialidades de Ecuador versus Chile, poder compararse culturalmente y conocer a los chilenos, que han sido muy amables con nosotros. Los estudiantes presentaron avances de sus tesis, recibiendo valioso feedback desde la biología, nutrición y los diferentes ámbitos desarrollados en el INTA. Destacamos la amabilidad de todos en invitarnos a poder usar en primera persona diferentes elementos o equipos que no están disponibles, tal vez, en nuestro país de manera tan sencilla. Y, además, contar con la experiencia de las personas del instituto”.
La visita también sirvió para derribar algunos mitos. En palabras del profesor Gustavo Álvarez, “todos ustedes son muy buenas personas. Generalmente escuchábamos que son un poco serios, que el chileno no era muy amigable. ¡Más bien ha sido todo lo contrario! En el metro, en los hoteles, en la calle, cuando uno busca cualquier cosa, han sido muy amables. Es muy curioso. La buena vibra de las personas es lo que más me ha llenado”.
“Realmente nos llevamos una experiencia maravillosa, inolvidable, ya que todos los docentes están extremadamente capacitados. Nos han compartido sus conocimientos, hemos visitado las instalaciones y ha sido un aprendizaje bastante profundo. Nos llevamos de aquí principalmente el conocimiento, el aprendizaje de que hemos podido tener el feedback de nuestros proyectos de tesis. Pudimos confirmar que estamos alineados con la línea de investigación actual, y con las tendencias de vanguardia en Latinoamérica y el mundo”, contó Nicole Sarmiento.
En la misma línea, Marlene Jaramillo compartió que “ha sido una hermosa experiencia el venir aquí. Hemos recibido muchísimo cariño, una cordialidad increíble de todos los profesores. Realmente me encanta que haya un mayor número de mujeres (trabajando en investigación) y tienen laboratorios completísimos. Son absolutamente equipados y unos equipos excelentes, como para uno estar a gusto trabajando y saber que cuenta también con personal calificado. Fue muy gratificante ver lo abiertos y generosos que son al transmitir sus conocimientos. Ha sido realmente una experiencia muy linda”.
