El jueves 16 de octubre se concretó una importante noticia para la educación en Chiloé: las escuelas San Carlos de Chonchi y Las Campanas de Aldachildo se incorporaron oficialmente a la implementación de la metodología Escuelas Saludables y Sostenibles, iniciativa que busca promover prácticas sostenibles en la alimentación escolar. Este proyecto es liderado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile.
La metodología comenzó a aplicarse en 2024 en el Liceo Bicentenario Insular de Achao, comuna de Quinchao, luego de un diagnóstico realizado en 2023 que evidenció altos índices de obesidad y sobrepeso en la región. Durante el primer año de ejecución este programa piloto logró mejorar en un 19,5% la situación nutricional de los estudiantes, resultado que fue destacado por el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, y por la directora nacional de Junaeb, Camila Rubio, durante la presentación del Mapa Nutricional Junaeb 2024, señalando el interés del Ministerio por replicar este tipo de experiencias en todo el país.
La iniciativa impulsa acciones como el desarrollo de actividades de educación alimentaria, actividad física de calidad, huertos y la participación activa de las familias y comunidades, entre otras acciones. Forma parte del Programa Envejecimiento Activo y Saludable (EAS) de la Universidad de Chile y que busca promover cambios en los estilos de vida de la población, trabajando desde las generaciones más jóvenes para construir una mejor vejez.
Según explicó Nelly Bustos, académica del INTA e investigadora responsable del proyecto, el principal valor de esta metodología radica en su construcción participativa. “El factor diferenciador es que se co-construyó con los equipos de los colegios. Ellos tomaron el programa y lo adaptaron a su realidad cultural y territorial, priorizando acciones dentro de su propio proyecto educativo. Es relevante porque el modelo se consolidó, y las escuelas lo han hecho propio, innovando en estrategias de educación alimentaria: incorporando agronomía y visitas al campo para conocer el origen de los alimentos”, destacó la investigadora.
En este marco, el miércoles 15 de octubre en el Liceo Bicentenario Insular de Achao estudiantes, docentes y especialistas se reunieron en una jornada educativa que unió ciencia, cultura y alimentación saludable. La actividad, denominada “Sabores del Mar al Liceo Insular”, se desarrolló en el marco de los programas Escuela Saludable y Sostenible y Envejecimiento Activo y Saludable de la Universidad de Chile, y buscó fortalecer la educación alimentaria desde una perspectiva territorial y sostenible.
“Esta actividad nos demuestra que este proyecto, que comenzó el año pasado con orientaciones muy básicas sobre cómo fomentar estilos de vida saludables, se concreta y fortalece cuando la comunidad se empodera. Lo que hemos visto acá ha sido no solo gratificante, sino también una muestra de que este proyecto puede replicarse, siempre que exista la motivación docente y la identidad local”, agregó Nelly Bustos.
El foco estuvo en las algas marinas, particularmente el luche y el cochayuyo, alimentos ancestrales que por generaciones han nutrido a las familias chilotas y que hoy buscan recuperar su lugar en la mesa cotidiana. A través de talleres, degustaciones y experiencias prácticas, los estudiantes exploraron sus propiedades nutricionales, su valor cultural y las posibilidades que ofrecen para una cocina moderna, consciente y saludable.
En la actividad participaron también personas mayores de la comunidad, compartiendo con las nuevas generaciones sus saberes culinarios, demostrando que la educación alimentaria puede ser también un puente entre edades, tradiciones y formas de vida. “Desde el mar hasta la mesa”, como señaló el nutricionista Sebastián Miranda Álvarez, la jornada propuso una reflexión sobre cómo los alimentos del territorio pueden ser aliados en la salud y en la construcción de identidad.
La jornada tuvo además un sello creativo: estudiantes de 3° y 4° medio de la especialidad de Gastronomía elaboraron innovadoras preparaciones como helado de cochayuyo, empanadas, guisos, hamburguesas de luche, tortillas y galletones a base de productos marinos, demostrando que la tradición puede reinventarse sin perder su esencia.
“El proyecto lo estamos aplicando con efectos muy positivos. De 40 niños, solo 6 habían probado previamente el luche y el cochayuyo. Eso es algo que no debemos permitir como sociedad: las familias deben involucrarse en una alimentación de mejor calidad. Educar en esto es fundamental”, señaló Osvaldo Ruiz Santibáñez, director del Liceo Bicentenario Insular de Achao.
Desde el Servicio Local de Educación Pública de Chiloé destacaron la importancia del trabajo articulado entre el mundo científico, los establecimientos educacionales y las comunidades locales, subrayando que esta experiencia se ha transformado en un referente para otros liceos del archipiélago.
“Muy contentos como SLEP Chiloé de esta alianza con la Universidad de Chile y el INTA. Queremos seguir desarrollando en nuestros colegios una alimentación saludable y responsable, que permita bajar los índices de obesidad y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de nuestros estudiantes”, señaló Pablo Baeza, Director Ejecutivo del SLEP Chiloé.
Agregó que: “Para nosotros es clave esta alianza, porque aquí hay elementos científicos que permiten realizar un diagnóstico previo y luego trabajar junto a las comunidades para obtener resultados concretos. Por lo tanto, no se trata solo de un proyecto serio con nuestros estudiantes, sino también con los docentes, quienes aterrizan estos aprendizajes a través de esta experiencia. Estamos seguros de que en el corto plazo veremos logros muy positivos”.
El trabajo en Chonchi y Puqueldón marca un nuevo paso en la expansión del modelo hacia otros establecimientos del archipiélago de Chiloé, con el objetivo de promover entornos escolares más saludables y sostenibles, en línea con el fortalecimiento de normativas como la Ley 20.606, que prohíbe la venta, promoción y entrega gratuita de alimentos con sellos en los establecimientos de educación parvularia, básica y media.

