Riesgo cardiometabólico en escolares de 7 a 9 años

Riesgo cardiometabólico en escolares de 7 a 9 años

Tradicionalmente, la prevención y tratamiento de los factores de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular (ECV) se han enfocado en la población adulta; pero en los últimos 20 años, la ciencia muestra la importancia de su detección precoz desde la infancia. La obesidad, patología social con impacto biológico -que padece un alto porcentaje de niños, niñas y adolescentes en Chile- se asocia con una mayor frecuencia de factores de riesgo cardiovasculares: hipercolesterolemia, aumento de la insulina y presión arterial elevada, los que aumentan el riesgo de que esos niños tengan una enfermedad cardiovascular en la vida adulta.

Una de las causas que contribuyen al aumento precoz de obesidad y riesgo cardiovascular es la alimentación que tiene un aporte calórico más alto que la cantidad de energía que gasta una persona diariamente. La escasa actividad física diaria, especialmente de intensidad moderada e intensa, puede ser estimada a través de la medición del sedentarismo, medido frecuentemente por cuestionarios y en algunos casos por sensores de actividad física. La prevalencia de sedentarismo en la población chilena es muy alta (casi del 90%), siendo un poco mayor en mujeres (92%) que hombres (88%). Algunas de las estrategias que se pueden ocupar para promover una mayor frecuencia de actividad física moderada o intensa son la asistencia a clases y talleres extracurriculares de educación física en la escuela, la participación en juegos infantiles que requieran que los niños y niñas se muevan mucho y la práctica regular de ejercicio.

Una de las formas en que podemos medir la manera en que la actividad física impacta en la salud es midiendo la condición física; esto es, la capacidad física para hacer ejercicio. Existen diferentes pruebas para medir la condición física que han sido utilizadas en el “Estudio Nacional de Educación Física” organizado por la Agencia de la Calidad de Educación. En el informe, publicado en el 2015, se evaluó la condición física en una muestra nacional de estudiantes de 8vo básico, mostrando que el 91% de las niñas y el 58% de los niños evaluados necesitan mejorar el rendimiento cardiovascular y la potencia aeróbica máxima.

En el INTA hemos realizado un estudio en el que evaluamos la condición física y su asociación con el estado nutricional y el riesgo cardiovascular en 452 escolares de 7 a 9 años (59% niñas). Para evaluar la condición física ocupamos una prueba de caminata rápida (test de 6 minutos) y otras en la que se midió la fuerza muscular (fuerza en la mano y salto hacia adelante con impulso). El estado nutricional lo medimos evaluando el peso y la talla, y el riesgo cardiometabólico lo evaluamos midiendo en una muestra de sangre la concentración de azúcar, de grasa, de insulina; a lo que agregamos la medición de la cintura. Al finalizar el estudio, los resultados mostraron que todas las niñas y niños con estado nutricional normal a esa edad tenían bajo riesgo cardiometabólico y en ellos la condición física no influenciaba mucho el riesgo. En general, los niños y niñas con sobrepeso y obesidad tienen un riesgo cardiometabólico significativamente mayor, excepto aquellos que tenían una buena condición física. En el caso de los niños y niñas con obesidad y buena condición física, su riesgo cardiometabólico era parecido al de los sujetos con estado nutricional normal.

Nuestros resultados muestran la gran importancia que tiene promover una mejor condición física para hacer ejercicio en todos los niños y niñas, especialmente en aquellos que tienen sobrepeso y obesidad

Referencia

Weisstaub G, González Bravo MA, García-Hermoso A, Salazar G, López-Gil JF. Cross-sectional association between physical fitness and cardiometabolic risk in Chilean schoolchildren: the fat but fit paradox. Transl Pediatr 2022;11(7):1085-1094. doi: 10.21037/tp-22-25

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