La Prof. Fuentes fue una de las seleccionadas junto a otras 39 personas por representar un importante aporte a nivel agroalimentario, en vista que “el cambio climático obliga a nuevas formas de producción y reducir la distancia de traslado de lo que se genera en los campos y su huella hídrica de carbono. El aumento de la población acota las superficies cultivables y eleva la demanda por comida, pese a lo cual, se estima que el 30% de lo que se genera, termina desechándose. Y, en paralelo, crece el diagnóstico de alergias e intolerancias alimentarias. Todos estos desafíos globales, sin duda, requieren miradas innovadoras y estos 40 proyectos son una muestra de que ello es posible", según consigna el medio.
La investigación de una molécula en la piel seca de la cebolla que tiene capacidades terapéuticas y antinflamatorias llamada BZF llevó a que la Prof. Fuentes fuera seleccionada en este ranking, el cual fue su trabajo doctoral dirigido por el Dr. Hernán Speisky del Laboratorio de Antioxidantes del INTA.
Según explica la Dra. Fuentes, BZF es un metabolito que resulta de la oxidación del flavonoide quercetina. Curiosamente, BZF se encuentra presente solo en la piel seca de las cebollas amarilla y morada, y no en la pulpa de estas. En relación con su mecanismo de acción, BZF actúa a dos niveles: por una parte, activando el factor de expresión de defensa antioxidante Nrf2, y, por otra, inhibiendo la activación del factor pro-inflamatorio NF-kB.
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